La joven Natascha Kampusch, que estuvo secuestrada durante más de ocho años y en libertad desde hace sólo dos semanas, resaltó, en su primera y esperada entrevista a la prensa, la desesperación vivida en su largo cautiverio y su deseo permanente de huir.
"Sólo pensaba en huir", dijo Kampusch en declaraciones a la revista semanal austríaca "News".
"Una y otra vez me preguntaba por qué entre los muchos millones de seres humanos (que hay) justo a mí tenía que pasarme esto", explicó la joven de 18 años que fue recluida en una bodega debajo del garaje de la casa de su secuestrador, Wolfgang Priklopil, un técnico en electrónica que se suicidó, con 44 años, pocas horas después de la huida de su rehén.