Su sueño era superarse en una escuela de su comunidad, pero perdió la vida trayecto a la escuela de Punta Peña.
El pequeño Benicio Palacio, un estudiante aplicado y con buenas calificaciones, recorría diariamente dos kilómetros a pie con sus compañeros para llegar a la escuela y al tratar de cruzar la calle fue arrollado por una ambulancia en noviembre de 1997, donde murió.
Es entonces cuando empieza la lucha, porque se les construya un centro educativo en la comunidad de Chiriquicito, lugar donde vivía el menor, relata su tía Elsa Molina.
Hace unas semanas por fin se cumplió las aspiraciones de Benicio y la comunidad, que a pesar de encontrarse sumida en múltiples necesidades reconoce que la educación es la base de un mejor futuro. El Fondo de Inversión Social realizó la entrega del centro que consta de dos aulas, comedor y sus dos baños.
PETICION
Pero la lucha aún no termina porque en honor a tal sacrificio, los familiares piden que se les conceda el honor de que la escuela lleve el nombre del infortunado menor "Benicio Palacio".
Molina indica que la madre y el padre de Benicio murieron, pero no podemos olvidar lo que ocurrió y me ha tocado como tía, luchar y creo que es justo que en honor al sacrificio del niño, la escuela lleve su nombre.
42 ESTUDIANTES
La pequeña comunidad de Chiriquicito se encuentra ubicada en el corregimiento de Rambala, cuenta con una población de 42 estudiantes. Sus habitantes son de raza indígenas y viven de la agricultura, con la que sustentan a sus familias.