|
EDITORIAL
Pugna en la CSS
La Caja de Seguro Social vive en un eterno conflicto. La administración camina por un lado y su junta directiva por otro. Ninguna institución que se precie de seria puede avanzar hacia un buen destino, cuando cualquier decisión involucra pugnas constantes.
El Seguro Social, por su presupuesto y su función, es la principal entidad del sector gubernamental, por lo que se requiere frenar de una vez por todas esas luchas estériles que se viven cada día.
Antes fueron los créditos extraordinarios. Hoy el centro de la polémica es el proyecto de presupuesto para el año 2004. La ley de la Caja establece el 15 de agosto como fecha tope para presentar las proyecciones de ingresos y egresos de la institución. La Dirección del Seguro cumplió, pero la junta directiva tiene el derecho de revisar las cifras.
Un presupuesto se prepara en base a estimaciones realistas y no en suposiciones antojadizas. Los ingresos se establecen tomando en cuenta el comportamiento del año anterior.
No se pueden proyectar incrementos de ingresos exagerados, en una economía cuyo crecimiento del Producto Interno Bruto se ubica en el mejor de los casos en 2.8 por ciento, y eso sin tomar en cuenta la paralización de inversiones que trae consigo todo año electoral.
Lo recomendable es que tanto la dirección de la Caja como su junta directiva hagan los esfuerzos para hacer los ajustes pertinentes y no adoptar las posiciones extremas, que no resuelven nada.
Una entidad que maneja un presupuesto de más 1,000 millones de balboas al año no se puede dar el lujo de tener un director que tira para un lado y una junta de directores que extiende la cuerda hacia otra parte. El Seguro Social es la empresa de todos y no podemos permitir que se sigan dando las situaciones que la perjudiquen.
|
PUNTO CRITICO |
 |
|