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Osama Bin Ladem  |
La "guerra contra el terrorismo" lanzada por EEUU tras el 11-S ha desatado dos años después el resurgir, desde Marruecos a Indonesia, de atentados que desestabilizan a los gobiernos pro occidentales del mundo musulmán.
El rebrote del activismo islámico violento ha supuesto además en casi todo el mundo musulmán una nueva vuelta de tuerca en la represión, que ahora Occidente parece comprender mejor pues está justificada en la necesidad de prevenir el terrorismo.
RENACIMIENTO
El repunte del extremismo islámico ha comenzado a significar una amenaza directa a la estabilidad y la seguridad de los países árabes y musulmanes, e incluso en países no musulmanes como Filipinas, envuelto en una feroz guerra con los separatistas musulmanes del sur.
"La estrategia de la militancia islámica ya no se limita a luchar contra los intereses estadounidenses, sino que incluye también el derribo de regímenes árabes que ellos describen como 'infieles'", señaló dijo a EFE Mohamed Salaheddin, experto en el islam político, en referencia a Arabia Saudí, Marruecos, Jordania, Kuwait y Egipto, considerados todos ellos firmes aliados de EEUU.
CULPAN A EEUU E ISRAEL
El egipcio Talat Rumeih, experto en islamismo político, cree que "las políticas injustas del presidente de EEUU, George Bush son las responsables del resurgimiento del extremismo en el mundo".
Para Rumeih, la antipatía hacia las políticas de EEUU en el mundo musulmán "ha pasado de tener un carácter político a uno religioso", señaló en referencia a la reciente invasión de Irak y al continuo apoyo de Washington a Israel, que en el mundo musulmán se ven como políticas anti-islámicas.
A DOS AÑOS DE LA TRAGEDIA
La "guerra contra el terrorismo" fue lanzada tras los ataques del 11de septiembre, prepetrados por 19 militantes islámicos, en Nueva York y Washington (EEUU).
Todos ellos fueron descritos como miembros de Al Qaeda, una organización dirigida por el disidente saudí Osama bin Laden. |