La señora sonriente se me acercó decidida. Me mostró unas papeletas de propaganda política para legislador en mi circuito. "Este es mi hijo, que se metió a la política. El es médico y es honrado. Ojalá usted le dé su voto", dijo sonriente.
Yo le indiqué a la señora que para hacer propaganda a su hijo, nada más tenía que decir que "era honrado". Eso basta para elevarlo ante la multitud de sinvergüenzas y politiqueros que hay en Panamá.
Ella se fue contenta porque le dije que estaba casi seguro que le daría el voto, pues yo quiero gente honrada en los puestos públicos de mi país.
Luego de este hecho, en una reunión varias personas discutían sobre si se debía "correr" para los puestos de elección.
Algunos indicaban que no todos los políticos son sinvergüenzas, imagen negativa que hay en bastantes panameños (y se ve en las encuestas de opinión).
Aproveché para decir que a mí me gustaría alcanzar un puesto de elección. Eso causó cierto asombro en personas que saben que no pertenezco a ningún partido político.
Entonces tuve que aclarar que trabajar por el mejoramiento del país, es una tarea sumamente agradable y positiva.
"No hay mejor trabajo que ayudar a que nuestro país sea mejor", dije muy serio.
Y tuve que advertirles que no "correría" para ningún puesto de elección, por la sencilla razón... ¡que no tengo plata!
Aquí algunos de los oyentes se miraron entre sí. Aclaré que por desgracia el mecanismo para alcanzar un puesto de representante, legislador, alcalde, etc., exige dos condiciones que no tengo:
La primera es dinero, mucho dinero. La segunda pertenecer a un partido político.
Confieso que nunca me he inscrito en un partido, porque no me gusta que otros piensen por mí y que digan lo que tengo que hacer o pensar.
Como periodista no podría opinar lo mejor posible, si fuera "fans" de tal o cual partido. Los mismos estatutos del partido me prohibirían, por ejemplo, criticar a la dirigencia.
Confieso que como yo, existimos muchos panameños que quisiéramos ayudar a la patria...¡sin ensuciarnos de politiquería!
Después de todo, "la política es algo muy serio para dejárselo a los políticos", dicen algunos en Marbella. |