Las lágrimas le corrieron a Rosa Martínez cuando describió a su esposo Luis Alberto Gómez Del Cid, de 42 años, quien se convirtió en la primera víctima mortal de las labores de ampliación del Canal de Panamá.
Un buen padre, cariñoso con sus hijos, y excelente trabajador fueron las descripciones que hicieron la viuda y los compañeros de trabajo de Gómez.
El hoy occiso, quien tenía más de cinco años de trabajar como asistente de mecánica para la compañía Constructora Urbana, S.A. (CUSA), murió electrocutado, la tarde del domingo, cuando operaba un volquete en el antiguo embarcadero de Paraíso, cercano al cerro del mismo nombre, donde ayer se inauguraron las obras para la construcción de un tercer juego de esclusas.
La viuda de Gómez en compañía de sus familiares se apersonaron ayer a la Morgue Judicial, desde donde llevaron el cadáver hasta su residencia, ubicada en el Sector No.5 de Nueve de Enero, en San Miguelito.
Luego de ser velado en su casa, los restos mortales de Gómez serán trasladados a su natal Chiriquí, donde recibirá cristiana sepultura.
Al humilde trabajador le gustaba jugar softball y escuchar cantadera en su tiempo libre.
Gómez dejó dos hijos: Luis Alberto, de 18 años y Justin, de 15 años, y además de una pequeña de 10 años a quien crió como si fuera su hija.