La ex número uno del mundo, Serena Williams, tercera cabeza de serie, siguió su marcha triunfal en el Abierto de Estados Unidos al ganar por 6-4 y 6-3 a su compatriota, Lindsay Lee-Waters y pasar a la tercera ronda del torneo que reparte 10,8 millones de dólares en premios.
La menor de las hermanas Williams, que volvió a aparecer de negro, pero esta vez con un pequeño pantalón ajustado y corto, no sólo mostró las piernas sino el poder que tiene en los brazos y que utilizó para meter 29 golpes ganadores, sólo 17 errores sin forzar y ocho saques directos.
Williams, de 22 años, confirmó que está en plenitud de forma física y que el fantasma de las lesiones está superado para ser, sin discusión, una de las grandes favoritas al triunfo en el torneo que ganó por dos años consecutivos, pero que la pasada edición no pudo estar presente por ser baja después de haber sido operada de la rodilla derecha.
KUERTEN Y GONZALEZ FUERA
El chileno Fernando González, en la cresta de la ola por su medalla de oro en dobles en los Juegos Olímpicos, se despidió el miércoles a las primeras de cambio en el Abierto de Estados Unidos, que también se devoró de salida al brasileño Gustavo Kuerten.
González (14to preclasificado) no pudo con el despliegue de fuerza del sueco Robin Soderling --un chico de escasos 20 años y el número 39 de la clasificación mundial-- y perdió 6-4, 7-6 (3), 6-7 (7), 6-1.
Kuerten (20), un tricampeón del Abierto de Francia, perdió asimismo en cuatro sets: 6-4, 3-6, 6-1, 7-6 (4). Su verdugo fue el desconocido danés Kristian Pless, que figura en el puesto 353 de la clasificación mundial.