Teresita cubana de nacimiento, panameña de corazón
Redacción
Crítica en Línea
La candidata a la primera vicepresidencia de la Asamblea Legislativa, Teresita Yániz de Arias, salió de Cuba en 1961, cuando cumplió 18 años. Se fue a Caracas a vivir con una hermana de su madre. "Terquecita", como le dicen algunos legisladores confiesa que es una mujer impulsiva, que posee una licenciatura en Filosofía y una maestría en Educación de Adultos. La legisladora democristiana, quien nació en La Habana el 29 de enero de 1943, siente a Panamá como su verdadera patria. "Yo escogí la nacionalidad panameña por voluntad propia, y aquí descansarán mis huesos". Sus estudios primarios y secundarios los realizó en el Colegio del Apostolado del Sagrado Corazón. Completó estudios de Psicología en la Universidad de Panamá y en la Florida International University obtuvo una maestría en Educación de Adultos) Recuerda que: "como muchos cubanos me entusiasmé con el triunfo de la revolución de Fidel Castro; después me convencí que era un régimen totalitario, donde no había una sola posibilidad de libertad ni personal ni colectiva, y el país se atascaba en un callejón sin salida". Teresita estuvo en Caracas hasta 1963 con el consentimiento de sus padres Rodolfo Yániz López (q.e.p.d.) y Georgina Alonso de Yániz. A los 20 años decidió probar suerte en Panamá. La Iglesia Católica la acogió en la Residencia Estela Marys, al igual que a otras jóvenes interioranas, que viajaban hacia la capital para hacerse de una carrera universitaria. Al año siguiente, en el curso de Introducción a la Filosofía, el destino la hizo tropezar con Ricardo Arias Calderón (RAC), quien dictaba la clase. No fue amor a primera vista, pero sí le impresionó ese hombre sereno de unos 30 años, su inteligencia y el amor a su cátedra. "La primera vez que se fijó en mí fue cuando le rebatí la posición de Sócrates, respecto a la violencia, por ese intercambio de ideas él -RAC- se percató que yo existía. Nos casamos en 1964, luego de varias salidas a cenar y de conocer a su familia. De esa unión nacieron: María Teresa, María de Los Angeles, Ignacio y Martín, todos profesionales". En la unión, confiesa que RAC ha sido el balance. "Es un hombre sereno, reflexivo y profundo en los análisis que hace de la realidad nacional; mientras que yo soy impulsiva y apasionada en mis opiniones y actuaciones. No se molesta porque la llamen "Terquecita", porque es señal que no le pueden torcer el brazo.
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