La costa atlántica de EEUU se salva de la furia del huracán Dennis

Agencias
Internacionales
El huracán Dennis azotó este lunes las áreas ribereñas de Jacksonville, en Carolina del Norte, con fuertes vientos y lluvias pero parecía estar alejándose hacia el mar sin llegar a la costa, según expertos meteorólogos. El fenómeno se presentó con vientos sostenidos de 160 km/h en el mar de Carolina del Norte, pero finalmente giró antes de alcanzar la tierra costera y se encaminó hacia el océano al culminar la mañana. Las amenazas de huracán y lluvia permanecen en varias partes de la costa, pero, por ahora, los pobladores de esta localidad pueden regresar a las playas. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) con base en Miami, Florida, a las 11H00 (15H00 GMT), el ciclón Dennis se estaba "moviendo un poco más rápido hacia el este-noreste". Sin embargo, los vientos en la zona costera podrían todavía producir inundaciones y caídas pluviales de hasta 25 centímetros, advirtió el SMN. Los sistemas de electricidad municipal en el este de Carolina del Norte informaron sobre apagones producidos como consecuencia de Dennis. Un toque de queda que había sido impuesto a la medianoche fue levantado a las 07H00 (11H00 GMT) y no se espera su reinstalación. Los automóviles regresaron a las rutas, aunque las fuertes lluvias de la mañana originaron peligrosos charcos en el pavimento. Comparado con huracanes anteriores que azotaron las zonas costeras, Dennis fue relativamente moderado, ya que sólo significó condiciones de tormenta. Aunque Dennis implicó la evacuación de miles de personas, quienes se alejaron de las costas de Carolina, los vientos no produjeron daños estructurales. Los huracanes Bertha y Fran en 1996, y Bonnie en 1998 significaron graves daños a lo largo de la costa atlántica. A partir de la experiencia anterior, temprano este lunes se produjeron evacuaciones en Carolina del Norte, Topsail Beach (80 km al norte de Wilmington) y en cinco playas cerca del condado de New Hannover, según funcionarios de emergencia del estado. La comunidad de Frying Pan Shoals reportó vientos de 148 km/h, con ráfagas de hasta 180 km/h. En Jacksonville, poderosos vientos derribaron líneas de energía y causaron esporádicos cortes de electricidad, pero pocas personas utilizaron los refugios para tormentas. Por precaución, los supermercados y comercios mantenían sus estantes llenos de agua, baterías, linternas, generadores y placas de madera para cubrir ventanas. La estación de huracanes en Estados Unidos se extiende desde junio hasta noviembre.
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