EDITORIAL
Previsión social para boxeadores
El legendario boxeador Roberto
"Mano de Piedra" Durán enfrenta al campeón de los
pesos medianos, quien escasamente alcanza la mitad de la edad del panameño;
los pronósticos y la promesa del Cholo señalan el sexto asalto
para la conclusión del evento, cuando William Joppy resulte noqueado,
y logre Durán su Quinto Título Mundial.
El panameño Durán tiene cumplidos ciento quince combates,
de los cuales solamente fue vencido en trece de ellos, y son históricos
los encuentros en los que la pegada poderosa del nativo derrotó a
retadores nimbados de fama y aureolas deportivas.
La realidad del "Cholo" Durán, peleando cuando tiene
cumplidos cuarenta y siete años de edad es un aldabonazo a la conciencia
deportiva y social panameña, la que debe legislar con premura para
establecer mecanismos de previsión social para los boxeadores; deportistas
que al decurrir de los años y las secuelas del rudo deporte de las
fintas, pierden facultades físicas, sufren graves deterioros mentales,
y carecen de los recursos materiales necesarios para enfrentar la vida cotidiana.
Los conocedores del historial boxístico panameño recuerdan
adoloridos las precarias condiciones que vivió el inmenso Panamá
Al Brown, campeón que asombró las multitudes europeas, cuyos
guantes se confeccionaron en blanco para que los entendidos pudieran distinguir
los golpes certeros.
De igual manera, boxeadores de menor talla y fama, perdieron capacidades
y derivaron a vidas miserables, de arrabal y conventillo, donde rumieron
las amarguras de su miseria y abandono.
El panameño Durán debió materializar inversiones,
adquirir propiedades y bienes que lo alejaran de las urgencias financieras
y económicas; sin embargo, el dispendio, la imprevisión y
la permisión derrochadora, acabaron con sus dineros, y ahora debe
combatir para cancelar deudas y obligaciones del "pan llevar".
En otras latitudes se legisla de manera que los boxeadores tengan acceso
a las cajas de previsión social; se han diseñado mecanismos
de recaudación que integra los fondos que permiten enfrentar dolencias,
retiros y disminuciones físicas, sin reclamar caridad o la ayuda
callejera.
En Panamá, escasos son los peleadores que supieron administrarse
con sensatez; entre ellos resalta el histórico campeón "Chato"
Lombardo, quien en prueba de sereno juicio, adquirió vivienda y estableció
negocios; así como realizó militancia política, donde
llegó a dirigir las labores policivas de Santa Ana.
Confiamos en el triunfo del panameño Durán; proclamamos
la inquietud que debe conducirnos a dictar legislación de previsión
para estos atletas, cuyo destino incierto hoy llena de inquietudes a los
compatriotas sensibles.
|