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Dígame, amigo lector, ¿qué similitudes, o, en todo caso, qué diferencias existe entre los liberianos y los panameños? Respuesta: Que como seres humanos, los dos somos habitantes de esta Tierra, pero con la diferencia, la marcada gran diferencia que los liberianos ¡comen perro! y los panameños no. (La Ultima, Crítica, lunes 11 de agosto de 2003).
Según lo registra la historia, Liberia, cuya capital es Monrovia, fue creada -o fundada, si se quiere- en 1822 por esclavos negros de Estados Unidos. Liberia produce hierro, oro y diamantes, siendo el cacao y el caucho los principales rubros de la agricultura del país. De hecho, la escondida realidad del interés que tiene Estados Unidos en ese país del Africa Occidental -al punto que orquestaron una conspiración contra quien hasta el pasado domingo 10 de agosto, fue presidente de Liberia, o sea el señor Charles Taylor- es, precisamente, ni más ni menos, el hierro, el oro, los diamantes, el cacao y el caucho que los norteamericanos no están dispuestos a seguir dejando en manos de quien para la camarilla del presidente norteamericano, George W. Bush, hijo, no tardarán en colgarle la etiqueta 'terrorista' como ya es moda con ellos.
Por todo lo anterior, no es sorpresa -no debe sorprender- que Estados Unidos haya expresado su 'apoyo' al referendo de revocatoria de mandato del presidente venezolano, Hugo Chávez (La Prensa, viernes 8 de agosto, 2003), con lo cual no disimulan la intención que tienen de meter al vale en una camisa de fuerza.
Pero, ojo, panameños, paisanos mío, mucho ojo... No pierdan de vista el hecho que esos "pseudo policías del mundo" empezaron su conspiración por Sadam... no, por Noriega... no, por Osama... no, tampoco. Fue... ah...., fue con Gorvachov... Pero a quién diablos le importa recordar por dónde o con quién, ya que son tantos los gobiernos que los gringos -léase la CIA- han tumbado, que si logran hacerlo con el vale, no demorarán en pasarle factura al paisa Uribe, o a quien lo suceda 'con todo y el Plan Colombia... '...para volver por Panamá con el mismo gastado pregón de su impositiva 'causa justa'. Vaya mundo este tan vergonzosamente 'gringorizado'.
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