|
Reos "cerca de la pena de muerte" por hacinamiento e insalubridad
Quito
EFE
Los reos en Ecuador aseguran que están "cerca de la pena de muerte" por el hacinamiento y la falta de asistencia médica en los centros penitenciarios. Así lo demuestran las estadísticas penitenciarias y testimonios de detenidos que piden una reforma de la política carcelaria nacional para que los centros permitan, verdaderamente, la rehabilitación de los reos. Una última estadística del Centro de Documentación "Segundo Montes", una organización de defensa de los derechos humanos, señala que la población carcelaria de Ecuador es de 8.520 reos, que están distribuidos en 33 centros penitenciarios, construidos para albergar a menos de la mitad. Más de 7.400 presos son hombres. Sólo 2.216 cumplen penas y los 5.203 restantes están a la espera de que sus procesos se agilicen en los tribunales. El director del Centro de Documentación, Pedro de la Vega, asegura que el hacinamiento no es el único problema en los centros de detención, también lo son la precaria atención sanitaria, alimentaria, legal y de seguridad. De la Vega dijo que la población penitenciaria seguramente bajará con la aplicación de la ley de indulto, iniciativa promovida por el Vaticano por el Jubileo 2000, que perdonará un año de condena a los reos. Sin embargo, De la Vega sostiene que Ecuador debe cumplir los convenios de repatriación con varios Estados, lo que puede descongestionar las cárceles y permitirá que los reos extranjeros sean asistidos en sus propios países. Y es que, según la encuesta, 840 reos de las cárceles ecuatorianas son extranjeros, la mayor parte, 438 son colombianos, 108 peruanos, 53 españoles y 24 estadounidenses. Según De la Vega, Ecuador tiene convenios para la repatriación de detenidos con Colombia, Perú, España y otros Estados, pero no sabe los motivos por los que no se agilizan esos trámites. Otro problema es el económico y de "optimización de los recursos", pues en las cárceles hay falta de servicios básicos, pese a que algunas organizaciones no gubernamentales prestan su ayuda humanitaria. En la cárcel de alta seguridad de Quito, conocida como el "ex penal García Moreno", los presos extranjeros reclaman, sobre todo, atención sanitaria y asistencia legal más ágil. De los más de 750 detenidos en esa cárcel, construida para albergar a sólo 300 reos, más de 280 son extranjeros, algunos de los cuales han cumplido ya casi dos años de prisión preventiva. La falta de servicio médico y medicinas son las mayores problemas para estos presos, según señalaron a EFE. Uno de los reos extranjeros señaló que los detenidos están "cerca de la pena de muerte" por la precaria situación sanitaria y el contagio de enfermedades como la tuberculosis e incluso el SIDA. Comenta, además, que un detenido italiano, de 50 años, aquejado de diabetes, hipertensión, retinopatía, cardiopatía isquémica y hernia, no ha logrado su traslado a un hospital para ser atendido. Su compañero de prisión, un español, que prefiere el anonimato y aquejado también de problemas respiratorios, reclama la creación de una farmacia penitenciaria que venda medicinas con descuentos como mínimo del 20 por ciento. Según este preso español, "una persona puede morir" en el penal, debido a que, a veces, no hay ni una aspirina. Aunque es un reflejo de lo que pasa en el sistema sanitario nacional - en los hospitales públicos no hay prácticamente medicinas-, en la cárcel el problema se agrava, porque los detenidos dependen de la buena voluntad de familiares o "personas de buen corazón" para obtener sus medicamentos. Algunos presos dicen que en las cárceles es más fácil conseguir sustancias prohibidas que medicinas.
|
