EDITORIAL
Heliodoro Portugal
Hoy se registra un hecho histórico, que quizás ha pasado desapercibido para muchos debido a la reacción provocada por la alianza entre los enemigos históricos del PRD y la Democracia Cristiana. Se trata del sepelio del dirigente revolucionario Heliodoro Portugal. Portugal representaba al panameño idealista, cuya trayectoria fue cortada por los militares que en 1968 irrumpieron en la vida política, derrocando al mandatario constitucional Arnulfo Arias Madrid. Heliodoro Portugal es una figura poco conocida para la juventud panameña, pero los que se agitaron en los sucesos del 9 de enero de 1964, reconocen su valentía. Era un hombre tan nacionalista, que a su hija la bautizó con el nombre de Patria. De haber sido niño, el nombre seleccionado era "Nueve de Enero". Fue encarcelado tras el golpe castrense de 1968 y un 14 de mayo de 1970, el G-2 de la Guardia Nacional lo capturó en los predios del Parque de Santa Ana y nunca más se le volvió a ver. Apenas hace unos días, su familia pudo recuperar los restos, que los militares habían escondido en las instalaciones donde permaneció preso: el cuartel de Los Pumas. Las autoridades deben hacer todos los esfuerzos para esclarecer este crimen. No es posible que un hombre desaparezca y sea asesinado, por la simple orden de un jefe castrense y nadie haga nada. No podemos permitir tanta impunidad. Hoy los hijos de Heliodoro Portugal lloran a su padre, mientras sus asesinos quizás anden libres por las calles. El único consuelo que tienen los Portugal es saber que al fin hoy éste recibirá cristiana sepultura; que tendrá una tumba conocida a donde llevarle flores. Lo sucedido demuestra que nada puede permanecer oculto. Los jefes del cuartel de Los Pumas deben empezar a confesar y a descargar sus conciencias. No es posible que un hombre proveniente de los campos de Veraguas sea silenciado por siempre y nadie sea castigado por ello. Concurrir hoy a las honras fúnebres de Heliodoro Portugal y estar al lado de sus hijos y dispensarle nuestro apoyo solidario, es el mejor homenaje póstumo que podemos hacerle a un panameño idealista. Que descanse en paz.
PUNTO CRITICO |
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