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Granja venezolana escondía operación masiva de contrabando de cocaína
Venezuela
AP
Durante casi dos años, una granja abandonada del oriente venezolano fue utilizada como refugio por una banda internacional de narcotraficantes que enviaban cocaína colombiana a los Estados Unidos y Europa. Esta semana, agentes antinarcóticos venezolanos y extranjeros decomisaron diez toneladas de cocaína y arrestaron a 16 personas, en una operación que ha sido fuente de orgullo para un país que ha tenido diferencias con los Estados Unidos en relación con el sobrevuelo de aviones antinarcóticos. Las autoridades venezolanas han elogiado el decomiso, el más grande en la historia de esta nación sudamericana, como prueba que el presidente Hugo Chávez tiene el propósito serio de combatir al narcotráfico, pese a su negativa de permitir el sobrevuelo de su territorio por aviones estadounidenses antinarcóticos. Las autoridades todavía buscaban ayer a los jefes de la banda conocida como Los Mellizos e intentaban identificar a los propietarios de los negocios y las haciendas que albergaron a los contrabandistas en Venezuela durante casi dos años. Venezuela, por su cercanía a Colombia y a los principales centros de procesamiento de drogas de Sudamérica, se ha constituido en uno de los puentes más importantes para el paso de la droga hacia los Estados Unidos y Europa. "Ahora es que viene la parte más difícil de esta investigación", dijo el coronel José Antonio Páez, segundo en la cadena del comando antidrogas de la Guardia Nacional en conversación con reporteros en la desolada hacienda. "Todavía no sabemos quién está detrás de todo esto", agregó el militar, señalando la hacienda de más de 2.000 hectáreas que tiene su propia pista de aterrizaje, probablemente para recibir la droga de Colombia. La investigación internacional tomó ocho meses, y en ella se usaron modernos equipos de intervención telefónica y una red de denunciantes para encontrar la hacienda "Doble Uno", ubicada en las cercanías de Puerto Ordaz, ciudad ubicada a unos 520 kilómetros al sudeste de Caracas. La operación multinacional, conocida como "Orinoco 2000" ha desencadenado arrestos en Venezuela, Francia e Italia. En la operación colaboran la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA), y funcionarios de inteligencia de Inglaterra, Italia, Estados Unidos, Grecia y Colombia, entre otros países. Las tierras que circundan la casa de la hacienda no muestran rastros de los millones de dólares en cocaína que pasaron por esos predios durante meses. Incluso la pista aérea de casi dos kilómetros luce como un camino polvoriento. La Guardia Nacional rastreó los predios durante dos semanas antes de descubrir el miércoles 2,5 toneladas de cocaína enterradas a dos metros de profundidad en la espesura de un bosque. Tras la última de tres incautaciones, el total de cocaína decomisado se elevó a diez toneladas. Páez reconoció que la guardia nacional nunca habría encontrado el último botín de no haber sido por la información recibida de dos presuntos contrabandistas detenidos recientemente. La guardia nacional capturó a los dos sospechosos en una remota isla ubicada en el delta del río Orinoco, ubicada a unos 35 kilómetros de la hacienda. En esa isla descubrieron las primeras cinco toneladas de la cocaína confiscada, el 18 de agosto. Páez, a la cabeza de 70 soldados, persiguió durante cinco días a los fugitivos hasta lograr su captura. Los dos sospechosos fingieron inicialmente ser turistas, pero pronto confesaron y revelaron la ubicación de la cocaína en procura de rebajar sus sentencias, explicó. Paez señaló que la mayoría de los detenidos portaban documentos de identidad venezolanos, que él presupone falsos. Los militares insisten en que la mayoría de los detenidos son colombianos. Hay sólidas evidencias que demuestran que los paquetes de cocaína procedentes de Colombia eran lanzados desde un avión. "Los paquetes tenían ganchos fosforescentes lo que me hace pensar que fueron soltados del aire, pero es sólo una teoría", dijo. Páez sospecha que la hacienda era un sitio de almacenamiento para la cocaína que era tomada en tierra y transportada por el río Orinoco rumbo al Caribe, desde donde era embarcada a Europa.
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