La edición 45 del trofeo Joan Gamper que organiza el Barcelona tendrá un gran protagonista, el brasileño Ronaldinho, que regresará con el Milan al Camp Nou, aunque también tendrá notoriedad Zlatan Ibrahimovic, en estos momentos deseado por la entidad italiana.
La llegada del Milan ayer a Barcelona generará dos escenarios de máxima actualidad, ya que la fiesta deportiva por un lado tendrá a Ronaldinho en el punto de mira, debido a que la entidad azulgrana quiere dispensarle un merecido tributo por sus cinco años en el club catalán, el cual abandonó hace dos temporadas.
Además, en el otro escenario está previsto que los representantes del Milan y los del Barcelona, que participarán en una comida de hermandad, también aborden el futuro del delantero sueco, quien probablemente no juegue el partido de la noche en el Camp Nou (19: 45 horas) en la espera de cómo se resuelvan los contactos.
El Milan, a través de su vicepresidente Adriano Galliani, comunicó que la entidad milanista está interesada en contratar al jugador, aunque se desconoce en qué términos: si una cesión, un intercambio de jugadores o un traspaso.
Sea cual sea el desarrollo de los contactos con Zlatan, la fiesta del Gamper tendrá a Ronaldinho como el verdadero protagonista del partido. El jugador, desde su marcha hace dos temporadas, no ha vuelto a ganar un título ni ha jugado en el Camp Nou.
El aficionado del Barça desea rendirle un homenaje a la altura de lo que representó el jugador cuando llegó a la entidad en el verano del 2003, pues su incorporación significó un punto de inflexión en positivo, acompañado también de títulos.
Al margen de esta fiesta, el partido pondrá en escena a dos de los grandes de Europa, que hace años que no se ven las caras, precisamente en duelos en los que el brasileño, vestido de azulgrana, cuajó actuaciones deslumbrantes, como en la semifinal de la Liga de Campeones del 2006, en la que dio el gol a Giuly en la ida, el que significó, a la postre, que el Barça accediese a la final de París.