De concretarse la salida de Panamá del PARLACEN por la vía diplomática y de las disposiciones internacionales del Convenio de Viena, el Estado panameño está obligado a considerar una compensación económica simbólica a favor de los 20 diputados escogidos, con base en los resultados de los comicios de mayo pasado.
Los parlamentarios devengan $1,200 de salario y $3 mil de viáticos por 15 días de trabajo. Se estima que la compensación sería el equivalente a un año de sueldo, o sea $144,000 para cada diputado. Los miembros panameños del Parlacen deben tomar posesión el 1 de septiembre.
De no prosperar la salida del PARLACEN por la vía diplomática regional, el gobierno del presidente Ricardo Martinelli puede jugarse su última carta por medio de la Asamblea Nacional de Diputados, donde promovería la derogación del tratado.
Varela informó que los países de Centroamérica tienen 90 días para tomar una decisión con relación a la solicitud de Panamá de salir del organismo regional. "Nadie tiene que estar donde no quiere estar", recalcó el Canciller, quien explicó que el instrumento político principal que está utilizando Panamá es la Cumbre de Presidentes.
Los años que Panamá ha sido miembro del PARLACEN le han costado cerca de $25 millones. Anualmente se destina en el presupuesto del Estado una partida de $1,7 millones al organismo regional.
Destacó que aparte de los $25 millones gastados en el sostenimiento del PARLACEN, Panamá se ha visto afectada en escándalos de corrupción vinculados a la venta de exoneraciones de los diputados para autos lujosos.
El Tratado Constitutivo del PARLACEN no establece el método para salirse del organismo, por lo que Cancillería ha optado por acatar los procedimientos que estipula el Convenio de Viena.
"Estamos usando la vía diplomática antes de aplicar acciones como país a nivel de Gabinete y de Asamblea Nacional", destacó.
"Nosotros no vamos a aceptar que ningún diputado del Parlacen de ningún país cuestione la decisión soberana" de Panamá, agregó.
El canciller dijo que el mandatario Ricardo Martinelli hará gestiones con los presidentes centroamericanos y les solicitará su apoyo para formalizar la salida de ese cuestionado órgano regional.