Cuba y Venezuela, acusadas por Washington de desestabilizar la región, anunciaron la formación de 100.000 médicos en América Latina, embajadores de "batas blancas" que Fidel Castro y Hugo Chávez contraponen al envío de marines y la diplomacia del dólar.
El anunció se realizó en La Habana, en la primera graduación de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), donde se recibieron 1.610 médicos de 28 países de América Latina y el Caribe.
Mientras que Chávez se comprometió a abrir próximamente una escuela similar en Venezuela, Castro dijo que ambos países preparan condiciones para aplicar un programa anual contra la ceguera que incluye 25.000 caribeños, 100.000 cubanos e igual cantidad de venezolanos, así como a 120.000 centro y sudamericanos.
Se trata de "devolver o preservar la visión en los próximos diez años a más de seis millones de latinoamericanos y caribeños", dijo Castro, igual lapso para formar los 100.000 médicos de otras naciones, anunciados por Chávez.
El anuncio fue, según Castro y Chávez, la respuesta a las acusaciones de Washington y al compromiso de "cooperación estrecha" establecido por el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, y el presidente paraguayo, Nicanor Duarte, cuatro días antes.
Precisamente en una visita a Asunción la semana pasada, Rumsfeld afirmó que hay "evidencias de que tanto Cuba como Venezuela han estado involucrados en la situación en Bolivia de maneras que no ayudan".
Chávez llamó a "apurar la marcha" del proyecto Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que lanzó en contraposición al Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) que impulsa Estados Unidos, y que Cuba y Venezuela concretaron en abril pasado con 50 acuerdos de integración.