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Panamá se clasificó milagrosamente al Mundial de Béisbol Mayor de Cuba a realizarse entre el 12 y 26 de octubre. Digo milagrosamente, porque no fue un sólido espectáculo el que presentó la "Tropa Urquiola", pero al menos se clasificó. Y de todos modos, el rojo es rojo y estar en un Mundial es un honor para los criollos.
Ahora Panamá esta en el Mundial y estará representando al deporte rey de los panameños. El pasatiempo nacional, la fiebre beisbolera, su majestad el béisbol... así como le llaman los panameños. Jugar en el mundial de béisbol es volver a los grandes escenarios, donde hemos estado en muchas ocasiones.
En esa cita mundialista han estado los más guapos con el uniforme nacional y ahora no hay razones para esconder la cabeza como el avestruz y decir simplemente: ¡NO VAMOS!
El argumento del presidente de la Federación Panameña de Béisbol (FEDEBEIS), Franz Wever tiene su lógica y sentido, pero fue electo presidente del béisbol para buscar los recursos como sea... y no decir, "NO VAMOS" porque el gobierno no me apoya.
La labor de Wever es cumplir con los peloteros, cumplir con el béisbol y cumplir con los aficionados del deporte rey en Panamá. Todo lo que pueda argumentar referente al poco apoyo del gobierno es tolerable y aceptable, pero no puede negarle a la afición, a los peloteros, directores, periodistas y a todo un pueblo la oportunidad de estar en la mejor fiesta beisbolera del planeta.
Decir NO es fácil y eso lo puede hacer cualquier dirigente. Decir SI es un reto y una muestra de calidad para el trabajo o misión a la cual fue designado el presidente de la Fedebeis. Hoy de acuerdo a informes obtenidos debe estar llegando la invitación oficial de la Federación Internacional de Béisbol (IBAF) para que Panamá juegue en el Mundial de Cuba y debemos responder en menos de una semana. Lo que dijo Franz Wever en unos días atrás, quedó en el corazón de los panameños... lo que dirá en unos días, tras recibir la invitación formal quedará grabado mucho más.
Dirigente que se arrima al gobierno no es dirigente, sino un administrador de los pocos fondos que suele dar el estado. Algo así como un pelotero que coge los mangos bajitos...
El camino de Franz Wever al tope de la Federación apenas empieza. Es hora de buscar soluciones y defender los colores de nuestra pelota. En el béisbol no hay política, raza o religión... sólo hay una consigna, vivir el juego tal y como se vive el amor. ¡Con candela no se juega!
¡Viva el béisbol! |
