En el salón de clases son esos estudiantes que al finalizar la lección del día abren su boca para opinar y, en los trabajos, después de las reuniones de equipo, siempre tienen algo que decir.
Estos sujetos viven con un miedo interno que les impide acercase a sus jefes para decirles que están en desacuerdo con alguna política. Si se tratara de política internacional, serían conocidos como "Yes man".
Viven como dentro de una cueva, como clásicos ermitaños, que no quieren saber nada del mundo que le rodea.
A los buenos líderes administrativos les gusta escuchar ideas con fundamentos que les permita mejorar la relación de la pirámide laboral. Pregúntense a sí mismos, ¿a quién no le gustaría que alguien lo asesorara para ser un mejor jefe?.
Atrévanse y díganle al jefe con confianza que les parece ridícula la medida adoptada, pero antes muéstrenle un material que lo haga cambiar de opinión de manera constructiva. |