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EL presidente de Egipto, Hosni Mubarak, advirtió que no se puede detener la violencia en Oriente Medio, y que, de momento, sólo es posible reducir la tensión.
En una rueda de prensa especial concedida durante el fin de semana, el mandatario egipcio también negó que su país esté del lado de Israel y se oponga al envío de un cuerpo de observadores internacionales a la zona en conflicto.
"La idea de acabar definitivamente con la violencia es una quimera. El objetivo es reducir la tensión", explicó Mubarak en relación con la misión que ha llevado a su asesor político personal, Osama Al Baz, esta semana a Washington.
Al Baz se reunió en la capital estadounidense con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y con la Consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice, a quienes pidió el envío de observadores internacionales a los territorios ocupados.
En la rueda de prensa posterior a su encuentro con Powell, Al Baz dijo que su país estaba de acuerdo con Estados Unidos en algunos puntos, lo que se interpretó como un tácito rechazo egipcio al envío de los citados observadores, a lo que se opone Washington.
"No respondemos a los deseos israelíes.No rechazamos la idea, sino que compartimos la declaración hecha a este respecto por la cumbre del G-8 (grupo de los siete países más industrializados más Rusia) en Génova", indicó Mubarak.
En este sentido, Mubarak indicó que "si no hay acuerdo para que sea un cuerpo integrado por observadores estadounidenses, habrá que pensar en una dotación europea".
"Pero que ninguna de las partes crea que los observadores por sí solos van a lograr el fin de la violencia. El país que los envíe debe saber que las venganzas pueden continuar", insistió.
Mubarak agregó que uno de los objetivos principales de la visita de Al Baz a Washington fue trasmitir cuál es la situación real en la región y cuál es la postura de Egipto, "favorable a la paz y a la estabilidad".
"Uno de los puntos fundamentales es conseguir la aplicación del plan de la Comisión Mitchell", que pide el fin de la violencia, un periodo colchón para recupera la calma y el regreso a la mesa de negociación, añadió.
El mandatario egipcio indicó, además, que ha trasmitido su postura a los líderes israelíes, y les ha alertado de que su actual política es un error, incluso para su propio pueblo.
"Hay algo que no funciona en la política israelí.Le he dicho a sus líderes que no pueden derribar casas y matar palestinos, y esperar que éstos no respondan", señaló. |