Cuando el éxito hace nido en el corazón de un ser humano, muchas veces nos detenemos a pensar ¿cómo llegó él a esas alturas?
Por eso escribo resaltando la máxima que dice: "al mundo no le importa cuántas veces una persona ha caído sino cuántas veces se ha levantado"; para los efectos, cito a dos personalidades que han hecho noticia en estos tiempos, se trata del Dr. Camilo Alleyne, ministro de Salud del gobierno entrante y el Dr. Miguel Angel Cañizález, viceministro de Educación; ellos provenientes de una cuna muy humilde.
El Dr. Alleyne, en la ciudad de Colón, vivió su infancia en condiciones de pobreza, en medio del crujir de las viejas tablas de las casas condenadas y el hambre como la fiel compañera. Casi igual situación vivió el Dr. Cañizález, también nacido en Colón.
Estudió Medicina en la Universidad de Panamá; luchó duro para perfeccionarse en ese campo y se convirtió en el primer especialista latinoamericano, en el campo de la Fertilización In Vitro, en obtener resultados favorables; su primera paciente en tener un hijo mediante esta técnica, fue una dama pobre que vivía en El Chorrillo, en la ciudad de Panamá, a quien atendió en forma gratuita; ella dio a luz una niña, y para la época, fue noticia mundial. Hoy día, muchas familias panameñas, que ayer no podían tener hijos, tienen la oportunidad de escuchar la alegre risa del niño que salió de sus entrañas con amor, como un fruto o una flor, y con la ayuda del Dr. Alleyne.
El, sin ser político, fue visto en una labor altruista en Paja de Sombrero, en Gualaca; en las zonas marginadas de Colón; en San Miguelito y otros puntos del país, dando atención médica gratuita, repartiendo alimentos y juguetes en Navidad; dando calor humano a cientos de niños que, como él en su momento, no tienen nada, sólo hambre y pobreza.
En tanto, Miguel Angel Cañizález, luego de culminar su secundaria en Colón, viaja a México donde trabaja ganando un salario escuálido y con severas necesidades económicas paga sus estudios, logrando con altos honores académicos su primero de sus tres Doctorados, así como tres Maestrías. Tras cumplir una labor social y académica en ese país, regresa a Panamá para fungir como docente universitario; su dedicación y esfuerzo lo llevarían a ser el Rector de la ULACIT.