Unos 600 empleados de la Autoridad de la Región Interocéanica (ARI) levantaron ayer el paro de 48 horas que iniciaron el martes tras obtener la promesa del contralor Alvin Weeden de extender sus contratos hasta el 31 de diciembre.
Con el temor de perder sus trabajos, ya que los contratos tenían vigencia hasta el 31 de agosto, empleados de la ARI se organizaron de diversas maneras: con una cadena humana, una marcha hasta la Presidencia de la República y por último un paro, que amenazaba con convertirse en huelga.
Una delegación de funcionarios de la ARI acudió ayer a la Contraloría para sostener una reunión con el jefe de las finanzas públicas, quien les garantizó como se diría en buen panameño, que su paila estará segura hasta fin de año.
La vocera de los trabajadores Vidalia Quirós, afirmó que la reunión fue de mucha altura y en todo momento el contralor expresó su interés de ayudar.