El clérigo radical iraquí Moqtada al-Sadr aceptó el miércoles las demandas de que abandone un santuario sagrado y desarme a sus milicias, dijo un de sus portavoces.
"Sí, Sayyed Moqtada ha aceptado las demandas", dijo Sheik Mahmoud al-Sudani a Reuters.
Pero no pudo confirmar que Al-Sadr hubiera enviado una carta anunciando su nueva postura a los miembros de una conferencia nacional que se realiza en Bagdad para elegir una asamblea interina.
La citada carta fue hecha llegar a la conferencia por el representante de Al-Sadr en Bagdad, Jalil al-Shamery, y después de que el ministro de Defensa, Hazem Shalam, advirtiera a los milicianos que sólo tenían unas horas para abandonar la mezquita del imán Ali Ben Taleb, en la que están atrincherados.
CONFERENCIA TOMA FUERZA
Mientras, la Conferencia Nacional iraquí, que reúne a unos 1,300 representantes de los principales partidos políticos y organizaciones religiosas del país, continua debatiendo la creación de una asamblea, a pesar de que estaba previsto que las sesiones concluyeran el martes.
El objetivo principal de la Conferencia es elegir el consejo interino de 100 miembros que supervisará la planificación de las elecciones generales previstas para enero de 2005.
El debate entre los delegados ha estado plagado de confusión y desacuerdos sobre cómo deben ser elegidos los hombres que formarán este cuerpo legislativo.
Pero además, la reunión estuvo dominada desde el primer día por las noticias llegadas desde Najaf, donde fuerzas de la coalición y milicias del clérigo radical chiita Moqtada al-Sadr volvieron a enfrentarse tras seis semanas de tregua.
Los enfrentamientos en la ciudad santa de Nayaf, situada a unos 170 kilómetros al sur de Bagdad, estallaron el pasado 5 de agosto.