El tesoro perdido...en Panamá Viejo

Miriam Vicenta Almanza
Crítica en Línea
Por el Rey, Nuestro Señor, tomo posesión de este lugar, al cual nombro Panamá. Si alguno hay que me contradiga, que comparezca al punto". La gélida y altiva mirada de aquel hombre con un puñado de hierbas y tierra en una mano y una espada en la otra, se posaba en cada rostro a su alrededor, mientras el Escribano público levantaba el Acta del suceso. Sin tergiversar la historia, una escena similar debió ocurrir aquél 15 de agosto hace casi cinco siglos, cuando Pedro Arias Dávila, Gobernador de la Corona española, tomó posesión del lugar donde hoy yacen vestigios de la existencia de una población. Pararse hoy en lo alto de cualquiera de las ruinas de Panamá Viejo en una tarde soleada y fijar la mirada hacia el horizonte de la bahía, permitirá (por escasos segundos) viajar en la nube del tiempo y aterrizar en medio de una plaza con mucho movimiento. Ver aquellos hombres y mujeres de la Edad Moderna trabajando para su presente y futuro cargando pesados bultos producto de "sus conquistas", sintiéndose seguros tras los enormes y fuertes muros que surcaban las aguas de la costa. El presente ofrece una ciudad destruida con proyecciones de restauración del conjunto monumental histórico, y entonces tal vez ya no será necesario soñar estar dentro de los muros, silenciosos testigos. Pero la historia siempre estará ahondando en lo que pasó, y es así como el historiador Ernesto J. Castillero R. señala que esas ruinas de las cuales se dice que hoy cumplen cuatrocientos ochenta años, no pertenecen a la primera ciudad de Panamá. "Panamá Viejo... ciudad destruida por crueles piratas que un día soñaron con tus tesoros..." rezan los versos del poeta Ricardo Fábrega. Y como un retrato ha permanecido el área a través de los siglos: en ruinas, en un intento por capturar el recuerdo. Los avances tecnológicos propios de la época le han dado pincelazos para que también, bajo las grietas de sus vetustas torres, reciba la embestida vigorosa de una ciudad moderna, como lo es el Corredor Sur. En 1513, cuando Vasco Núñez de Balboa divisó el océano Pacífico, trazó el destino del Istmo como encrucijada entre los dos mundos. Fundada a orillas del Pacífico por el Gobernador Pedrarias Dávila, la ciudad española tras ataques de piratas, surgió como un Ave Fénix trasladándose al área conocida hoy como Casco Viejo. Sin embargo, los campos del conocimiento del hombre han logrado avances en todas las áreas, y con ello se han ido descubriendo nuevos rasgos que alimentan la historia en su afán de encontrar la verdad de una realidad que permanece por generaciones de varios siglos. Hoy por hoy, la ciudad de Panamá, cuna de raíces de la población panameña, aguarda silenciosamente que el hombre escudriñe más allá de sus torres rajadas y se tope con algo más que la ubicación estratégica de la Corona española, que con gallardía se erguía dominando tierra y mar, haciendo honor a su posición: "La Reina del Pacífico".
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Hoy por hoy, la ciudad de Panamá, cuna de raíces de la población panameña, aguarda silenciosamente que el hombre escudriñe más allá de sus torres rajadas y se tope con algo más que la ubicación estratégica de la Corona española, que con gallardía se erguía dominando tierra y mar, haciendo honor a su posición: "La Reina del Pacífico".
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