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Para el grupo de músicos esta fue una gran experiencia, porque se pudo comprobar que en nuestro país todavía hay gente que disfruta lo nuestro.  |
Fue todo un espectáculo, en el que cinco profesionales panameños de la música, hicieron vibrar el Teatro Balboa, que casi lleno en su totalidad, fue testigo de un evento al que todos los panameños y panameñas debieron asistir, especialmente en esta fecha, cuando nuestra hermosa y por momentos aturdida ciudad, cumplía un año más de vida.
Fue una verdadera muestra de sinfonías y ritmos de las composiciones panameñas que a través de los tiempos han calado en el gusto musical de los panameños. Tamboreras, cumbias, danzones, pasillos y hasta tamboritos salieron de las cuerdas del violín, la guitarra, la mejoranera, la caja, el tambor y por qué no del violonchelo que fue invitado a que se sintiera panameño esa noche.
Pero definitivamente, que hay que quitarse el sombrero ante los ejecutantes de cada una de los instrumentos; comenzando con el violinista Luis Casal, un panameño de 29 años, que por razones de estudio, especialmente de música, se ha mantenido fuera del país, hecho que le ha enseñado a apreciar las cosas panameñas, "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" nos confesó el joven músico que ha participado como violinista principal en la Orquesta Sinfónica Nacional, así como en Miami, Nueva York, Japón y ha obtenido varios diplomas que le acreditan como un verdadero maestro de las cuerdas del violín y el violo.
La otra estrella de la noche fue Gustavo Salamín, cuya diestra agilidad en el toque de la guitarra mejoranera, arrancaron aplausos de la gran masa de espectadores que asistieron al evento.
El acompañamiento estuvo a cargo de otros músicos, no menos profesionales. En la caja el profesor Alberto Salamín, quien además interpretó una décima en la que exaltó el gusto generalizado de los panameños por los juegos de azar, al compás de mejorana de su sobrino Gustavo, quien dicho sea de paso también interpreto, con su voz, una décima dedicada a resaltar las cualidades de las fiestas patronales en el interior del país.
El violonchelo estuvo a cargo Isaac Casal, quien desde los 6 años cultiva el refinado instrumento, lo que hasta este momento lo ha llevado a realizar estudios fuera del país, sobre todo en diversas universidades de los Estados Unidos; la ejecución del tambor repicador estuvo a cargo del chitreano Jorge García, quien además de tamborero, ha sido bailarín, diversos conjuntos folclóricos; dándole la oportunidad de representar a Panamá en festivales internacionales de danza: Actualmente es acompañante folclórico de la Escuela Nacional de Danza del Instituto Nacional de Cultura (INAC).
El repertorio que inició con "El arbolito", un atravesa'o de Abraham Vergara, nos llevó por una ruta que comprendió boleros como: Taboga y Panamá Viejo de Ricardo Fábrega, interpretada en la voz de Casal, que por momentos soltaba el violín para vocalizar algunos temas; cumbias entre ellas: "Triste vida de un soltero" de José de la Rosa Cedeño, socavones y torrentes en mejorana y el popurrí de tamboritos, que animaron a un público en donde se podía encontrar gente de todas las edades.
En la segunda parte, el repertorio estuvo compuesto por algunas cumbias, pero básicamente ofrecieron famosas tamboreras entre ellas: "Manito Juan", "Julia" ambas de Joaquín Carrizo, que otrora interpretara con gran éxito Catalina Carrasco, junto a Yin Carrizo, "Guararé", "Qué te parece Cholito", "Panamá Soberana" de Gladys de la Lastra, "Mi gallo pinto", cerrando con la "Guayabita" de Arturo Hassán.
Antes de retirarse, el público de pie y a grito de pecho pidió a los músicos, otra, otra... y, ante la reacción fueron complacido con temas como Santa Ana, un viejo bolero que describe y habla del centenario parque, hoy aliviado, el pasillo "El suspiro de una fea" y como gran cierre la inmortal pieza de "Chico" Purio Ramírez "Los Sentimientos del Alma," lo que provocó una lluvia de aplausos como agradecimiento.
Para el grupo de músicos esta fue una grata experiencia, pues pudieron medir con la asistencia el esfuerzo por ellos realizado y lo que nos una idea de que en nuestro país todavía que mucha gente que disfruta verdaderamente lo nuestro. |