La primera dama de Perú, Eliane Karp, puso fin al contrato que mantenía con el banco Wiese Sudameris, centro de una tormenta política en el país, en un comunicado público difundido el pasado jueves, en que denunció una "manipulación política que busca perjudicar a la pareja presidencial". Karp sostuvo que el contrato se desarrolló con estricto cumplimiento de las leyes vigentes, rechazando las "inaceptables insinuaciones de tráfico de influencias".
La decisión de la primera dama se produjo luego que Eugenio Bertini, gerente general del Wiese Sudameris, dijera que esperaba que la señora Karp rescinda el contrato de trabajo. "Espero, después de todo esto, que se termine el contrato", precisó el banquero a un programa de televisión.
La revelación sobre la existencia del contrato, hecha por un diario de oposición, despertó suspicacias sobre si es ético que la Primera Dama labore en un banco, que podría beneficiarse de su relación contractual con alguien que es parte del poder.
El banco le pagaba un sueldo mensual de 10.000 dólares. Karp subrayó que formulaba su renuncia muy a su pesar, pero que lo hacía por considerar que es víctima de "un acoso político de quienes pretenden desestabilizar al gobierno y a la democracia por la que tanto he luchado". |