El ministro de Trabajo, Edwin Salamín, criticó que los activistas del FRENADESO hayan querido imponer un período de tiempo al Gobierno para que les dé una respuesta a las 15 peticiones que presentaron en la marcha del jueves.
Salamín lamentó que se hagan este tipo de peticiones exigiendo una respuesta rápida, ya que lo esencial sería presentarse en una mesa y establecer mecanismos de diálogo, sin amenazas ni imposiciones como han hecho los miembros de este frente.
De acuerdo al funcionario, ellos en el ministerio han establecido una política de puertas abiertas y en reiteradas ocasiones han hecho los llamados respectivos a los gremios laborales para que vayan y negocien con el Ejecutivo, pero "lamentablemente hay algunos sectores que no quieren esto, sino crear la confusión en el país".