CUARTILLAS
Bandidos
Milcíades A. Ortiz Jr.
Confieso que este libro sí
lo compré, porque tenía un tema que me interesaba. No era
lo mismo que con el otro libro, del escritor mexicano, que se refería
a la visita de Marilyn Monroe a México, en los años sesenta.
Realmente no me interesa leer sobre la actriz norteamericana, símbolo
sexual del cine de los años cincuenta. Pero... de héroes y
bandidos de Latinoamérica, ese tema sí despertó mi
curiosidad.
El tres de agosto pasado asistí a la presentación del libro
"Crónicas de Héroes y Bandidos", del periodista
Andrés Oppenheimer, picado por la curiosidad de conocer algo de su
extensa labor en la comunicación escrita.
Este libro recoge crónicas que ha hecho el autor a través
de veinte años en América Latina, donde resalta aspectos humanos
y curiosos que hubo en personajes del momento. Sostuvo el autor que a veces
algunos hechos importantes ocurridos en Latinoamérica, se debieron
a razones personales y hasta curiosas de sus actores, y no a acontecimientos
o razones políticas.
De esta manera, en sus escritos resalta Oppenheimer los aspectos humanos
de jefes de Estados y mandamases que "hicieron noticia" en nuestro
subcontinente. Y Panamá tiene dos menciones destacadas, que cuando
uno las lee no sabe si reír o llorar.
El capítulo titulado "La guerra de los brujos", señala
que la crisis que ocurrió cuando el Coronel Roberto Díaz Herrera
denunció las atrocidades de Noriega y la Guardia Nacional, se debió
en gran parte a actividades de brujería y esoterismo que tenían
ambos personajes.
Y allí en la conferencia de prensa del lujoso Hotel, estaba ese
día el Coronel retirado. El disfruta ahora de la Democracia que los
militares dictatoriales negaron a los panameños durante veintiún
años. Esto causó sensación en la audiencia, formada
por periodistas jóvenes de Panamá y otros países (quienes
asistían a un Seminario en Panamá).
Cuando terminó la charla y esperando que Oppenheimer autografiara
el libro que compré, me acerqué al coronel retirado y con
suavidad, decencia y seriedad comenté: "Yo pensaba que Ud. había
actuado como lo hizo por despecho, porque Noriega no lo dejó dirigir
las Fuerzas de Defensa, y ahora me entero que lo hizo por brujería..."
Una media sonrisa apareció en el rostro del que "detonó"
la crisis, que inició la recta final de la dictadura militarista
panameña. En ese instante el periodista Oppenheimer se volteó
y comentó: "Yo también pensé así".
Hubo algunos comentarios del ex-coronel dichos sin resentimientos ni
molestias. Después habló de cuestiones esotéricas.
Hasta indicó que "no te he hecho una carta astral", preguntando
por mi signo zodiacal y la hora de mi nacimiento. Se los dije y rápidamente
indicó algunas características de mi signo Capricornio, que
ya conocía.
Realmente uno no debe cuestionar ni poner en entredicho a un escritor
cuando presenta su obra, porque cada uno tiene sus razones de actuar. Ya
eso me pasó con el libro sobre Marilyn Monroe, cuando pregunté
a su autor por qué lo había escrito treinta y pico años
después del hecho, y no años atrás.
Pienso que el periodista argentino Oppenheimer tiene algo de razón
al señalar que los que hacen la historia de América Latina,
a veces actúan por razones distintas a las que indica la lógica.
Pero en el caso de lo ocurrido con el ex coronel Díaz Herrera, no
dijo que desde que los militares dieron el golpe de estado, hubo panameños
valientes que se les enfrentaron, tanto con las armas como con la palabra.
Quien lea su historia pensará que todo lo hizo Díaz Herrera,
con su confesión de las bandideses que cometió estando en
el poder dictatorial. Y así se comete una gran injusticia con quienes
lucharon por años por el retorno a la Democracia en Panamá.
Oppenheimer deja de lado los muertos, los torturados, los exiliados,
los perseguidos, los medios de comunicación clausurados, la suspensión
de licencias a comentaristas, las marchas de los civilistas... en fin, toda
la lucha y sacrificio de un pueblo amante de la democracia.
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