Muchas veces la soledad o la falta de cariño, logra que pueda comparar la importancia de una mascota con la que tendría con un ser humano.
Perros y gatos muchas veces se transforman en verdaderos “hijos” a quienes sus “padres” entregan todo lo que esté a su alcance para generar una relación lo más humanizada posible, pero esto no es correcto.
EVITA SU HUMANIZACION:
No es recomendable tener perros encerrados sin acceso a otras personas o a otros de su misma especie.
Alimentar con “golosinas” o restos de la comida sazonada es casi un pecado.
Dejar largos períodos al perro solo, y alimentarlo para que esté gordo y robusto, es casi crueldad. No extreme actitudes, acortará la vida de su compañero de 4 patas.