Miguel Sánchez, de 40 años de edad, fue asesinado ayer miércoles, a las 4:00 de la madrugada, tras recibir 11 puñaladas cuando se trasladaba a su trabajo, en la ciudad de Panamá.
El hombre era guardia de seguridad en la ciudad capital, pero vivía en Colón. El suceso se dio en una parada de Puerto Real, corregimiento de Puerto Pilón, Colón. Aparentemente la víctima fue asaltada.
El hecho sangriento ocurrió frente a la entrada de la barriada San Isidro. Al parecer, quien le quitó la vida al humilde hombre, utilizó una capucha para esconder su rostro.
Según moradores, sujetos de mal vivir acostumbran a utilizar las ruinas de una casa que está cercada con muchas plantas, donde se esconden para atacar a sus víctimas.
En esta ocasión se presume que Sánchez luchó por sus pertenencias.
Inicialmente se desconocía la identidad de la víctima porque la cartera se la llevó el homicida; sólo tenía un pañuelo que encontró el Departamento de Criminalística de la Policía Técnica Judicial.
El hombre vestía un suéter rojo con rayitas, un pantalón oscuro y zapatos negros.
A la hora del levantamiento del cuerpo, después de dos horas y media, tenía rigidez cadavérica.
La Policía Nacional en Colón, a eso de las 10:30 a.m., logró capturar a Juan Gabriel Méndez Lara, de 30 años, como sospechoso del crimen.
La ola de violencia es un flagelo que se ha extendido a lo largo y ancho de la República, dejando secuelas mortales en muchos hogares. La comunidad reclama aplicación de correctivos.