No era para él, su primer día de trabajo y falleció. Sus nuevos compañeros, dada su fugaz estadía con ellos, desconocían sus datos generales.
Pero, luego que los bomberos de Ancón llegaron y realizaron la inspección ocular, se descubrió la identidad del electrocutado.
El soldador Ubaldo Valdés, de 35 año, según los presentes, recibió una descarga eléctrica.
La muerte del obrero estremeció a los albañiles, carpinteros y ayudantes generales, quienes sólo compartieron un mediodía de trabajo con Valdés.
Valdés trató de ganarse la vida la tarde ayer miércoles, remodelando la residencia 0201 B, ubicada a un costado de la Calle Juan De Arco Galindo, en el corregimiento de Ancón.
Personal de la PTJ llegó al lugar para cerciorarse que en verdad se trata de una muerte por accidente y no de un homicidio.
De acuerdo con fuentes oficiales, el cuerpo con vida de Valdés recibió alrededor de 220 voltios.
Al observar que la víctima aún estaba con vida, los demás obreros tuvieron la osadía de bajar el cuerpo de Valdés.
Un "¡ay!" de Valdés fue lo último que escucharon los constructores, quienes se desplazaron hacia él.
Cambiaba las carriolas de madera por las de metal, cuando pereció Valdés, dijo uno de los testigos del trágico suceso.