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Trasladar tres mil o cuatro mil personas entre las 6 y las 8 de la mañana, desde el centro de la ciudad a la antigua base militar de Howard, requiere en primer lugar de una flota de transporte continua y la seguridad de que tal volumen de movimiento vehicular no va a ocasionar tranques, sobre todo en ese cuello de botella en que se ha convertido el puente de las Américas.
Se debe tomar en cuenta que en la actualidad, para poder resolver el embotellamiento desde Arraiján a Panamá, en horas de la mañana, ha sido necesario la reducción del paño que va hacia el interior a un solo carril.
Los que planean el posible traslado de varios ministerios hacia ese sector tienen que analizar detenidamente los efectos que podría tener la medida en la economía familiar de los empleados con menos salarios, además de que un alto porcentaje de los servidores públicos que laboran en estas dependencias vive en comunidades tan distantes como San Miguelito, Alcaldedíaz, Las Cumbres, Pacora, Chepo y Don Bosco, por citar sólo algunas.
En esas áreas revertidas no hay restaurantes ni otro tipo de lugares para expendio de comida en grandes cantidades, pues las funciones de Howard eran de tipo residencial, pero para personal militar que adquiría los principales servicios desde otros puntos de la zona del canal.
El traslado desde la ciudad hasta ese punto aumentaría las tardanzas e inasistencias de los funcionarios a sus labores, afectando la calidad del servicio a los usuarios, quienes además incrementarían sus gastos por razones de transporte y tiempo empleado en realizar sus trámites y diligencias oficiales. |
