FAMILIA
¿Puede
usted detectar la adicción en su familia?
Tomado
De Internet
Desafortunademente,
y por muchas razones, los padres no están en condiciones
de detectar en forma inmediata el consumo de drogas en sus hijos.
En algunos casos esto sucede por carencia de información
sobre los efectos de las sustancias en los comportamientos y
otras y esto es grave ,por una imprudente negacion de la posibilidad.
Ni siquiera están dispuestos a admitir la posibilidad
de que un hijo se convierta en un drogadicto.
Para nuestras culturas al drogadicto se lo ubica equivocadamente
en los sectores marginales de la sociedad y se prefire su mención
como una problema que nunca puede afectar a una familia como
la "nuestra".
De pronto el hijo o hija de una amiga o pariente se involucra
con las drogas y un desconcierto total parece derribar ese preconcepto
pero irracionalmente , los padres escapan le escapan a esa idea,
le encuentran una explicación a ese evento y vuelven a
encerrarse en esa pretendida inmunidad sin fundamentos.
Cada vez son menores las posibilidades de detectar ambientes
círculos o entornos donde la droga no afecte y se constituya
en un riesgo ponderable. Contra el flagelo de la droga no existen
vacuna radicales ni inmunidad total Esa es la razón por
la que insistimos en afianzar los vínculos y roles en
la familia institución que aparece como el freno legitimo
a su avance.
Normalmente tres son las causas fundamentales que impiden
a la familia encarar con prontitud y eficacia el problema
1.- Negación: Para muchos es absolutamente inadmisible
el aceptar el problema o la posibilidad de consumo o adicción.
Aquello de que "mi hijo no fue el que rompió el vidrio,
también se da aca" ! Es demasiado frecuente encontrar
esa negación en padres y hasta en conyugues. Mi hijo o
mi esposo ...no!!
Están desconociendo que la adicción existe y
es posible. La adicción es una enfermedad y cualquier
enfermedad que no se trate avanza.
La mayoría de las veces la falta de admisión
es fundamentada exclusivamente en el orgullo personal. Nuestro
hijo es nuestra creación y por lo tanto es doloroso pero
también humillante a nuestra vanidad el aceptar esa posibilidad.
En consecuencia no vemos por la muy sencilla razón de
que no queremos ver.
2.-Desconocimiento: Las drogas son un problema que
se arraiga y avanza masivamente en el transcurso de esta generación.
Los adultos no sabemos, y esto no es una disculpa sino una realidad
miles de veces comprobada, reconocer de inmediato los efectos
de las distintas sustancias que se utilizan. No conocemos los
síntomas y efectos de la droga . Confundimos habitualmente
los cambios que genera la adolescencia con los cambios que generan
las drogas. No conocemos cuales deben ser los comportamientos
consecuentes del consumo.
Frecuentemente estas conductas que no son propias del afectado
sino consecuencia de su adhesión a las drogas, tienden
a separar por intolerancia o incomprensión al núcleo
familiar. Se elimina así un freno natural a su avance:
la armonía de la familia. Comienzan a manejarse explicaciones
domesticas para un problema nuevo diferente y desconocido.
3.-Ausencia de un entorno familiar contenible: En todas
las épocas se exigió de mucho sacrificio para lograr
bienestar. Nuestra sociedad consumista y competitiva aveces exige
demasiado. En todas las épocas existieron problemas de
relación entre las persona, pero ahora esta muy "de
onda" aquello de la intolerancia.
Los que piensan mucho en sus libertades personales mientras
a los hijos los cría la vida. Son mas frecuentes las parejas
separadas con hijos y se ven muchas mujeres y hombres solos,
intentando jugar a ser familia.
Todo lo que destruya el entorno sano de la familia esta abriendo
camino a la droga y la adicción. Y es evidente que existe
una crisis en la institución familiar. Si sus conceptos
sobre responsabilidad familiar le dejan las manos libres para
conductas liberales y totalmente independientes debe de hacerse
cargo de la totalidad de las consecuencias. Ser débil
no es un problema que desconceptúe a ninguno de nuestros
afectos.
Todos podemos ser débiles y tener nuestras defensas
bajas para contraer una enfermedad. Y bien... esto es una enfermedad.
Aumentemos las defensas con comunicación y haciendonos
cargo de nuestra responsabilidad familiar. Sepa ver la debilidad
suya y de los suyos. Hagalo con coraje y sin vergüenza.
Y si Ud. también es débil para hacerlo luche y
rece por lograr fuerzas.
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