EDITORIAL
Peligrosa escalada contra la Libertad de Expresión
El gremio periodístico y los organismos de prensa internacionales se mantienen en una alerta roja frente a lo que es una peligrosa escalada contra la libertad de expresión. Sin entrar a considerar que los cargos que se han hecho contra comunicadores locales, el asunto no deja de despertar preocupación y hace que los periodistas nos mantengamos a la expectativa de lo que puede ocurrir en este país que ha sido señalado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), donde no hay un clima de respeto a la libertad de expresión. Periodistas de El Siglo, La Prensa y El Panamá América han sido demandados por calumnia e injuria y a otros se les ha expedido una orden de conducción para ventilar una querella con los mismos cargos. En los dos últimos meses se han condenado a dos periodistas por calumnia e injuria y uno de ellos estuvo encarcelado por ese delito. Los cuatro comunicadores del diario La Prensa han comparecido ante los tribunales conducidos por miembros de la PTJ que rodearon sus casas para hacer cumplir la orden de las autoridades respectivas. Esta presión contra los medios de comunicación puede verse en la Ley Orgánica de la Procuraduría de la Administración y en el intento de un legislador arnulfista que procura implantar leyes mordazas. Esa acción de silenciar los medios debe motivar al Sindicato de Periodistas y al Colegio Nacional de Periodistas a hacer una campaña contra esa espada de Damocles que pende sobre la libertad de prensa. Incluso, la Cámara Panameña de Radio y la Asociación Panameña de Radiodifusión deben solidarizarse en la lucha por la libertad de expresión porque ese es un problema que nos atañe a todos y no a unos cuantos. No debemos repetir el esquema de la dictadura con censores y carcelazos o el exilio para los disidentes. Aunque hay algunos personeros nostálgicos de la autocracia, debemos impedir que la represión de las ideas se dé en nuestro medio. Así como rechazamos la tiranía castrense así mismo repudiamos una dictadura civil, que parece estarse incubando en la mentalidad retrógrada de algunos funcionarios públicos.
PUNTO CRITICO |
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