Juan Ábrego, el ex jefe de Seguridad de la Procuraduría de la Administración en el 2005, admitió haber "intervenido o pinchado" llamadas telefónicas en la institución a ex funcionarios, pero aclaró que asumirá su responsabilidad legal, porque fue contratado con ese objetivo por el procurador Oscar Ceville.
"Él -Oscar Ceville- es el responsable", dijo Ábrego, quien advirtió que se va a defender de las acusaciones de extorsión que le ha hecho el Procurador de la Administración.
Ábrego subrayó que él fue contratado con el objetivo de hacer el barrido electrónico, para revisar si en su oficina, la ex Procuradora Alma Montenegro de Fletcher había dejado cámaras o grabadoras.
"Yo lo que hice fue una carta de amenaza, si él Oscar Ceville- no renunciaba a su cargo iba a dar a conocer las grabaciones", explicó Ábrego al hablar por primera vez de las intervenciones telefónicas supuestamente ordenadas por el Procurador.
El hombre fue denunciado ayer por Ceville en la Procuraduría de la Nación por supuesta "extorsión", señaló que dos años después surge este caso, porque "la gota que derramó el vaso de agua fue la jugada sucia de permitir que la procuradora Ana Matilde Gómez fuera separada y él Oscar Ceville- no tiene moral, ya que hizo lo mismo por lo que ahora se está procesando a Gómez".
Según Ábrego, no ha tenido contacto con Gómez. Además negó conocer a Eric Espinoza, entonces Secretario del Consejo de Seguridad en el 2008, y sostuvo que jamás se comunicaron con él.
Ábrego fue recomendado por un amigo personal de Ceville para hacer trabajos en la entidad y aseguró que alguien cercano al Procurador fue el que le hizo la jugada sucia, ya que hizo llegar las grabaciones a Ceville y él se quedó con una copia.
"Yo no fui (quien entregó las grabaciones), fue alguien cercano a él", manifestó al señalar cómo fue revelado el escándalo de los pinchazos.