EDITORIAL
Evitemos una derrota nacional
Los medios de comunicación y el pueblo en general han comentado positivamente la sanción impuesta a varios médicos de la Caja de Seguro Social por el director de la institución, profesor Juan Jované. Comprobada la negligencia de estos galenos, el profesor Jované procedió a la suspensión, presumimos que sin remuneración, de estos médicos irresponsables, que faltaron a sus labores en una policlínica de la capital.
El problema de los médicos que trabajan tres horas y cobran por ocho horas es de vieja data, por lo que exhortamos al Director del Seguro a intensificar sus investigaciones porque no hay un solo médico si no también enfermeras y auxiliares, que no cumplen con sus obligaciones. En las instituciones de salud existen enfermeras y auxiliares que pareciera que les causa repulsión atender a los enfermos que demandan atenciones y a las cuales tratan con grosería y desdeñan su condición de estar privados de salud.
Atender a los pacientes no es fácil desde el momento en que en los hospitales hay falta de personal, pero ello no debe ser motivo para que los médicos le den prioridad a las prestaciones en sus clínicas privadas por encima de los hospitales del Estado en los que obligatoriamente deben cumplir con una cuota establecida.
Allá por 1962 el entonces representante de los patronos ante la Caja de Seguro Social, Severino Pariente Sáenz, calificó a los médicos de ser integrantes de una mafia, lo que se ha repetido con otras autoridades en estos días en que se comprueba la falta de sensibilidad de los galenos y de no ser fieles al juramento hipocrático. Consideramos que en toda regla hay excepciones y que no son todos los médicos, enfermeras ni auxiliarse, quienes no cumplen con sus deberes, por lo que eximimos a aquellos que hacen de la medicina un verdadero apostolado.
Mientras el país se debate en la crisis del agua y sigue la voracidad por los 150 millones de balboas para presuntamente modernizar la planta potabilizadora de Chilibre, surgen verdaderas dudas sobre este propósito y que ese dinero no se desvíe.
Es el momento de proceder con buena voluntad y no con demagogia porque está en juego el futuro de los panameños. Estamos en una encrucijada que proyecta una derrota nacional sino se procede con cautela. Es el momento de superar egoísmos y pensar positivamente con mentalidad de Patria.
PUNTO CRITICO |
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