Dos de los integrantes de la pandilla "Los Bebés", que operaron por más de cuatro años en la barraca Don Bosco, en Santa Ana, tendrán una cuna nueva: la cárcel.
Al menos así lo manifestaron algunos de sus antiguos vecinos, quienes después de pedir la reserva de sus nombres, revelaron que los presuntos homicidas "Maikel" y "Próspero" están dispuestos a entregarse en las próximas horas para hacerle frente a la vinculación que se les hace como autores materiales del crimen de Juan Bautista Lastra, de 11 años, quien fue baleado la tarde del lunes, cuando jugaba fútbol con sus amiguitos en la planta baja de Patio Pinel, en Santa Ana.
ANTECEDENTES DELICTIVOS
Investigaciones policiales vincularon a "Próspero" con la muerte de un sujeto con el alias de "Loco Hugo", homicidio registrado en abril del año 2006. Ese mismo año, pero en octubre, se le relacionó con un asalto a mano armada a un internet café, en Vía Veneto, donde resultó herido un turista norteamericano.
En marzo del 2007, "Próspero" participó en una balacera donde hirieron a una menor de 10 años en el brazo.
LLANTO EN PATIO PINEL
El sufrimiento indescriptible que embarga a la familia de "Juancito" y de sus vecinos parece para muchos formar parte de la venganza de "Los Bebés". Edgar Alfredo Reid González, alias "Pirri", de 23 años, quien era el jefe de la pandilla lo asesinaron el 11 de marzo unos pandilleros de la multi de Patio Pinel.
Por su parte, los deudos de "Juancito", manifestaron que éste no tenía nada que ver con las rivalidades entre los pandilleros de Patio Pinel y "Los Bebés".
ABAJO LA "DON BOSCO"
El homicidio de "Juancito", la inseguridad y las condiciones de insalubridad fueron las razones más pesadas que llevaron a la ministra de Vivienda, Balbina Herrera, a ordenar el derrumbe de la barraca "Don Bosco", situación que produjo que "Los Bebés" se dispersaran más de lo que ya están, pues en todo el corregimiento de Santa Ana, suman más de 60 los integrantes de esa organización.
NADIE LOS QUERIA
Hace cuatro años, cinco jóvenes ofrecían sus servicios delictivos a un pesado narcotraficante del barrio, pero él nunca los contrató por considerarlos muy chicos. Esa actitud de indiferencia del narco originó la organización que hoy se conoce como "Los Bebés". Sus delitos van desde robos a mano armada, hasta asesinar por dinero. Trascendió que pueden estar cobrando de 200 a 500 dólares por asesinar.
Los cinco primeros integrantes quisieron identificarse con un tatuaje, el cual era un bebé en pañales fumando y que además tenía entre sus manos una pistola. El precio de ese tatuaje era de 90 dólares, cosa que resultó muy caro y nunca llegaron a utilizarlo.
A medida que pasaba el tiempo, más adolescentes se sumaban a las filas de "Los Bebés", quienes en ese entonces acordaron no tatuarse iguales con el fin de confundir a sus enemigos en la calle, colegios, y a la misma Policía.
Su identificación actual son dos letras "B" que se tatúan en hombros, brazos o piernas. Según informes recabados "Los Bebés" son muy amigos de "Los Niños de la Tumba Fría" que operan en Panamá y Colón.
LA PRENDA DEL DIABLO
Muchas pandillas tienen ritos de iniciación -o sea para poder entrar- y "Los Bebés" no escapan a esa realidad. Para que un joven pueda integrarse a la pandilla de "Los Bebés" éste debe hacer el rito conocido como "La prenda del diablo". El ritual satánico consiste en matar a tiros o prender a una persona y después que sus deudos la entierran, desenterrarla, decapitarla y lanzarla fuera del cementerio. Según ellos, con "La prenda del diablo", el maligno les da protección para que ellos no sean asesinados.