La escudería McLaren acusó ayer a Ferrari de vencer en el Gran Premio de Australia de Fórmula Uno, primera carrera de la temporada 2007, con un monoplaza ilegal.
La acusación proviene de una carta abierta del jefe de la escudería anglo-alemana, Ron Dennis, a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
La misiva de Dennis, dirigida a Max Mosley, presidente de la FIA, y Luigi Macaluso, presidente de la Federación Italiana, explica que "la reputación de McLaren ha sido injustamente ultrajada por las falsas informaciones de la prensa italiana y los comunicados extremadamente engañosos de Ferrari".
Macaluso rebatió el pasado lunes la decisión de la FIA de absolver a McLaren por no haber encontrado "evidencias suficientes" en el caso de espionaje con Ferrari y escribió una carta a Mosley en la que aseguraba que la decisión adoptada "podría crear un precedente inapropiado y en detrimento del deporte".
"La razón por la que McLaren no fue penalizado es que el Consejo Mundial del Automóvil concluyó de forma correcta que no debería ser culpado por las acciones de Coughlan", continúa Dennis. "Basó su decisión en hechos sólidos y no en falsas insinuaciones".
"Nuestra opinión es que la justicia prevalecerá y que McLaren no será penalizado", concluyó.
CONFLICTOS
"El campeonato del mundo debería ser disputado en la pista, no en los juzgados o en la prensa.