TEMAS DE ACTUALIDAD
Madres y padres

Fermín Agudo Atencio
Colaboradores
Los valores morales supuestamente deben servir de sostén al hogar y a la sociedad, como fuertes columnas soportadoras de peso, los vemos diariamente desplomados, vencidos, hechos trizas en el suelo, estropeados por el escarnio que provoca el machismo indigno. Comportamiento despreciable que echa por la vieja puerta del escándalo, de la pena y el dolor, todo el esfuerzo que en la vida ha significado sellarle al ser humano, la herencia de gloria que los viejos acarician tanto y se preocuparon hasta el delirio. Difícil es, levantar el suntuoso edificio de la seriedad, y fácil, dejarlo desprenderse irresponsablemente hacia la nada. Desdeñable y abominable tarea de los que creen tener alma, pero la cruda realidad nos dice que carecen de ella. Lo que se construyó con astucia a base de: besos, abrazos y arrumacos, pronto se ve desvanecido, formando el desalentador conjunto vacío, y lo que se creía una empresa exitosa, el destino con su arma secreta, la ironía, la tira de un sólo golpe al suelo, dejando entrever oscuras cenizas, como restos del incendio, promovido por el ultraje. Nunca se puede saber lo que piensa el prójimo, si la mujer que es la constructora de quimeras, pudiera adivinar lo que dicierne el hombre, estoy seguro que antes de concurrir al matrimonio lo pensarían más de un millón de veces. Todas estas acciones malsanas, coronadas por el descrédito del pudor, es lo que engolosina esta humanidad sumida en las más oprobiosa desvergüenza. ¿Cuál es el producto final obtenido de todo este desengaño? La frustración de la mujer, el desencanto que prohija la traición, hijos no reconocidos por la ley de los hombres, fatiga moral que no será satisfecha jamás; en fin, el fracaso corpulento y desnudo a la vista de la sociedad injuriosa. Y Eros, dios del amor, que un día validó el suceso por el pacto sagrado, ahora retrocede sorprendido, temiendo haber sido un encubridor, resultó vilmente traicionado por el descaro. Todo se viene abajo y la fémina tendrá que fajarse en el trabajo, tratando de sacar la nave del hogar del peligro que involucra el naufragio a la vista. Allí ha sido lanzada, contemplando la conmovedora partida de aquel que un día le juró amor eterno. Esta es la bomba que le parte el corazón a la familia, ocasionando una lamentable disgregación de la que no se repondrá jamás. Es el villano huracán que deja a su paso: dolor, desesperación, locura, desolación y muerte. Amor que al principio se presentó robusto y con fuerza ruidosa, a pocos días ya viene reumático y comatoso, dando tumbos, víctima de un desmayo encandaloso. Pero el machismo privado de sentido entorpece, y no intenta entrar en forcejeo con el tiempo, por creer verlo vencido a sus pies. Año Nuevo, vida nueva, al augur infalible que es el espejo, no me someto, este es un examen donde sólo los torpes son medidos. Y así continúa la ruleta de la vida, donde el perdedor suele resultar el indefenso, sin culpa alguna.
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