La victoria de Pekín tras su elección como sede olímpica para el año 2008 no tardó en ser tema de análisis por parte de sus vecinos asiáticos. Pero un gesto de buena voluntad vino de parte de la República de China en Taiwán, nación del cual China Popular tiene fricciones desde 1949. Taipei felicitó al gobierno comunista chino en su triunfo, esperando que esto signifique un acercamiento con el resto del mundo, que se acaben las tensiones entre los hermanos chinos, además que las autoridades pekinesas promuevan la libertad y fraternidad humanas con los juegos.
Entretanto, tras la polémica surgida con el advenimiento del gobierno republicano de George Bush en Estados Unidos, la bajada del avión espía en Hainan, incluidas las tensiones en el estrecho de Formosa, las relaciones comerciales entre China Popular y Taiwán parecen mejorar. La China Democrática ha flexibilizado el intercambio económico con tierra firme, mientras que empresarios taiwaneses han comenzado a explorar las ventajas del sistema experimental capitalista chino.
Pero el eslabón de contactos entre China Popular y Taiwán tienen un punto problemático. La cuestión de "Un País, dos sistemas", que Pekín propugna para normalizar las relaciones. Recientemente, ciertas encuestas en Taiwan decían que crecía el apoyo a la reunificación. Que los taiwaneses parecen abrazar la propuesta ideológica de dos gobiernos dentro de un solo país. Ante esto, el presidente de Taiwán, Chen Shui-bian, rechazó esos planteamientos, diciendo que hay confusión ante semejantes anuncios de los comunistas chinos. Chen dice que es inevitable que menos de un 15% de los pobladores de la república insular tengan afinidad con la unificación al continente, pero defendió la veracidad de que la mayoría de los 23 millones de taiwaneses, hay un 70% que desean mantener una nación como entidad separada del resto de la China Comunista.
Para el mandatario taiwanés, la teoría de "Un país, dos sistemas" es como el cuento de que un vecino vaya a la casa de uno diciendo: "Yo quiero su casa, que sus propiedades son de usted, pero a la vez de ellos, (el vecino)". Para Chen Shui-bian, Taiwán es casa propia para los habitantes de la república democrática, que los muebles son de los taiwaneses, pues toda la vida han luchado por poseer la casa, además de sus propiedades. Y que ahora venga un vecino irrazonable a exigir derechos territoriales o soberanos sobre Taiwán, eso nos obliga a no aceptar el tema de "Un País, dos sistemas", termina diciendo el presidente taiwanés.
Para Taiwán, en las regiones especiales de Hong Kong y Macao no hay libertad de elegir a los gobernantes populares, no existen plenas libertades para prensa o expresión, además que está vigente una limitada autonomía territorial. Muchos analistas internacionales creen que China Popular busca la "hongkonización" de Taiwán, puesto que el sistema político aplicado en la antigua colonia británica desde julio de 1997, copiado luego en Macao a finales de 1999, se pretende exportar en la nación insular. Aunque Pekín permite ciertos derechos a las regiones autonómicas, la verdad es que el gobierno comunista chino presiona para la elección de sus aliados socialistas. Mientras, en Taiwán se eligen democráticamente al presidente, legisladores y demás autoridades públicas. Los chinos comunistas buscan en el tema de "Un país, dos sistemas". |