La Dirección Médica del Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía, ayer, miércoles, negó, a través del director encargado, Erick Medina, que la muerte de la bebé Juliani Tatiana Aguirre, ocurrida el fin de semana luego de que a su madre le practicaran una cesárea, fue a consecuencia de negligencia médica.
Medina aseguró que a la paciente, Doris Esquivel, se le brindaron las atenciones necesarias y añadió que se nombró una comisión de auditoría médica para que revise ese caso.
"Básicamente lo que se va a revisar en el expediente clínico es si se cumplieron las normas de atención como aparentemente se establecieron a nivel de ginecología y obstetricia".
Explicó que el informe señala que la paciente primeriza entró aproximadamente a las 2: 00 de la tarde, se envió a la sala de partos donde fue monitorizada por los médicos cumpliendo las normas de atención del parto durante todo el trayecto de la tarde, noche y madrugada.
Explicó que en el monitoreo fetal que se hizo se demuestra que había desaceleraciones del fruto indicando que había un problema en el recién nacido y desafortunadamente nació con serios problemas, requirió intubación y se envió a la unidad de cuidados intensivos donde falleció unas 20 ó 22 horas después.