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La instalación de la esclusa significará la conclusión de la primera fase que costó 95.000 millones de dólares.  |
El transbordador estadounidense Atlantis partió ayer jueves hacia la Estación Espacial Internacional con una esclusa de 6,5 toneladas que permitirá a los tripulantes de la EEI abandonarla para efectuar caminatas espaciales. El Atlantis despegó a las 05.04 hora local del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, el estado norteamericano de Florida.
El flamígero despegue extendió un falso amanecer a lo largo de la costa del Atlántico de Florida 90 minutos antes de la salida del sol, pero la intensidad de la iluminación se esfumó con celeridad y el Atlantis se situó con prontitud en el firmamento como una destellante estrella.
El lanzamiento estuvo amenazado por las tormentas que azotaron Cabo Cañaveral durante toda la semana, pero el tiempo se aclaró aproximadamente una hora antes del despegue. "No perjudica nada tener un poco de suerte al final", dijo a los periodistas el director de vuelo, Mike Leinbach." Fue un lanzamiento bellísimo".
Años de labor faltan para completar la estación, pero una vez que se instale el compartimiento hermético de 164 millones de dólares transportado en la bodega de carga del transbordador, la posta orbital funcionará plenamente como una estación espacial.
La esclusa, una antecámara donde los astronautas que efectúan caminatas espaciales esperan a que el aire se pierda gradualmente en el vacío sideral, permitirá a los tripulantes de la EEI efectuar reparaciones en el exterior de la estación. Es la primera esclusa diseñada para acomodar tanto trajes espaciales rusos como estadounidenses. Los astronautas efectuarán tres caminatas espaciales durante la misión de 11 días del Atlantis, a fin de instalar la esclusa.
La última de las tres caminatas que efectuarán los tripulantes del transbordador durante esta misión utilizará la nueva antecámara. Previamente, los astronautas tenían que utilizar la esclusa de un transbordador visitante.
Si acaso hay alguna interrogante que pende sobre esta misión se refiere al desempeño del nuevo brazo robotizado de la EEI, instalado durante un vuelo de los transbordadores en abril. El brazo, una de las piezas de maquinaria más sofisticadas y complejas jamás transportadas hacia el espacio, ha dado problemas a los tres tripulantes de la EEI durante las pruebas, en ocasiones paralizándose a mitad de una operación.
El mecanismo, que responde los comandos de un astronauta en la EEI, debe levantar la esclusa del compartimiento de carga del Atlantis para trasladarla a su nueva ubicación en el módulo Unidad de la estación.
La estadounidense Administración de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) y la Agencia Espacial Canadiense, propietaria del brazo, dijeron que los sistemas primarios del robot parecen funcionar bien y que los problemas se han suscitado con sistemas de respaldo, que bien podrían no ser necesarios para la instalación de la antecámara.
La instalación de la esclusa significará la conclusión de la primera fase de la construcción de la EEI, de 95.000 millones de dólares, después de 33 meses, dijo la NASA. |