|
Como siempre, todos los anuncios que nos venden que al eliminar un monopolio se abre el mercado y como consecuencia se dice que bajarán los precios, es la gran mentira de quienes se presentan como los grandes seguidores del mercado.
El caso más reciente es la eliminación de la Refinería Panamá, que nos dijeron traería empleo y combustible más barato, pero la gran verdad es que nunca hemos visto que el mercado haya favorecido al usuario.
Lo más terrible es que en el pasado, el gobierno dictaminaba la reducción del precio de este producto y se cumplían estas disposiciones, ahora nadie le hace caso a nadie y los efectos de las rebajas en los precios del galón de gasolina o diesel nunca se ven.
Porque el empresario habla de economía de mercado, mientras se cristaliza un posible proyecto donde se libera; sin embargo, no vemos que esto ocurra. Es más, al recorrer las estaciones de gasolina vemos que todas tienen precios parecidos, sin que veamos el efecto de la ley de oferta y demanda.
Ni tan siquiera la famosa CLICAC ha podido tener una intervención contundente para cuando el crudo en el ámbito internacional reduce sus cotizaciones indicando que lo que ocurre en esta actividad es que nadie al final manda y la anarquía es lo que se está imponiendo.
En países como el nuestro, en donde el salvajismo económico impera, no se puede descartar una transición del sistema, sin una regulación atinada del Estado, como impedimento para que aquellos empresarios sin escrúpulos puedan aprovecharse. Lo penoso es que de esta actividad dependen cosas muy importantes, como la canasta básica de consumo, que no se está favoreciendo con el libre negocio de las gasolineras. |
