logo critica

seccionesEl Panama Americaotras publicacionesprimera planaportadanacionalesopinionprovinciasdeporteslatinoamericacomunidadrelatosreportajescronica rojahoroscoposocialesespacioediciones anterioresbuscador de noticias

 

home

variedades

Sábado 10 de julio de 1999


MENSAJE
Hasta la basura sirve para algo

linea
Hermano Pablo
Costa Mesa, California

Mirar desde la ventana de ese sexto piso era ver un paisaje gris y sombrío. Porque la ventana de ese apartamento daba a un oscuro callejón del barrio de Harlem, Nueva York. Y el callejón era, en sí mismo, un enorme depósito de basura infestado de ratas.

Fue por esa ventana, a treinta metros de altura, que cayó el pequeño Ramal Gentry, de dos años de edad, hijo de Rhonda Gentry. Pero la basura lo recibió blandamente, como los mismos brazos de su madre, y el pequeño no sufrió más que el susto. «Dios y la basura -declaró después la madre- hicieron el milagro.»

Es interesante cómo aquello que tenemos por inservible viene a veces a salvarnos de algún desastre. Se supone que la basura no sirve para nada. Por eso la quitamos de la casa, la metemos en bolsas plásticas o de papel y la llevamos al basurero general. O la dejamos en el sitio indicado para que la recoja la municipalidad.

La ciudad recoge cada día millones de toneladas de basura y la lleva lejos, para que no ofenda a nadie. Pero con esa basura se rellenan terrenos baldíos, o se pone la base para nuevos caminos, o se quema y se saca de ella energía.

En el caso del pequeño Ramal, la basura sirvió para salvarle la vida y para que su madre elevara una oración de gratitud a Dios.

En la célebre parábola del hijo pródigo relatada por Jesucristo, se cuenta del joven que vivió perdidamente derrochando toda su herencia. Lo gastó todo hasta que se vio pobre y derrotado, cuidando cerdos y comiendo basura. Pero esa miserable situación sirvió para que el pródigo tuviera una reacción moral, reacción que lo hizo regresar a la casa de su padre y al albergue de la familia.

¿Será posible que nos hallemos hoy en medio de lo que consideramos un montón de basura? Es más, ¿nos consideramos nosotros mismos un gran basural? Quizá la vida nos ha vencido. Quizá los vicios nos tienen derrotados. Quizá nos hallamos quebrados, amargados, desalentados. Quizá hemos perdido toda esperanza de recuperación y aun todo deseo de vivir.

Ha llegado entonces el momento de reaccionar. Ha llegado el momento de pedir socorro divino. Ha llegado el momento de decir: «He pecado contra el cielo y contra ti. ¡Ayúdame, Señor!» Jesucristo puede sacar a todo ser humano de cualquier basural, no importa cuán grande o maloliente sea. Basta con que clame a Dios en medio de su dolor. Él sólo espera su clamor.

 

 

linea

volver arriba


REFLECTOR DEL BARRIO

Comisión organiza actos festivos de La Chorrera

 

 


 


linea

 NUESTROS ANUNCIANTES

banner publicitario

 

PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | OPINION | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | RELATOS | CRONICA ROJA | HOROSCOPO | SOCIALES | EDICIONES ANTERIORES | BUSCADOR DE NOTICIAS | OTRAS SECCIONES

linea
linea gris

bandera de Panama 

 

Copyright 1995-1999, Derechos Reservados, Editora Panamá América, S.A., EPASA