Temporada de buenas películas. Confieso ser fanático irremediable de la serie Duro de matar.
Hace 20 años aluciné con la explosión en la azotea del edificio Nakatomi, con un Willis poco conocido y con ganas de llevarse el título de rey de la acción. Ahora regresa con una gran película de acción, digna de esta serie, pero con la astucia del sabuesto, pues los años pasan y no en vano. Lo importante es que Willis retorna a un terreno conocido y lo hace en forma y de la mano de Len Weisman, un joven director creyente en duro de matar, que se ha destacado detrás de las cámaras de aquella fantasía "Underworld". Vale la pena disfrutar de este candente doblazo. Calificación: 4.2