El suizo Roger Federer, número uno del mundo, hizo ayer historia en la final de Wimbledon al derrotar al español Rafael Nadal por 7-6 (7), 4-6, 7-6 (3), 2-6 y 6-2, e igualar el récord que hasta la fecha tenía el sueco Bjorn Borg al encadenar su quinto título consecutivo.
El helvético impuso su autoridad en tres horas y 45 minutos, en la segunda final consecutiva que disputan en este torneo las dos primeras raquetas del mundo.
Era mucho lo que había en juego. El suizo, centrado en inscribir su nombre en la historia e igualar la hazaña del sueco Bjorn Borg, presente en el palco, sumando el quinto trofeo consecutivo en el All England Tennis Club.
Al final, Nadal felicitó a su vencedor por la temporada sorprendente que está teniendo.