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Lupita Ferrer y José Bardina Se reencuentran después de 20 años de ni siquiera verse.  |
Ambos conformaron la primera pareja romántica de Latinoamérica en los años 70, con los papeles de Esmeralda y Juan Pablo. Ahora vuelven en una serie liderada por Patricio Wills.
Para los que bordean los 35 años, todavía están frescas las imágenes del imperturbable galán de voz recia y la cara de muñeca de ojos gigantes y llorosos de ella. Fueron los protagonistas de Esmeralda, uno de los primeros grandes éxitos de la televisión venezolana.
Se reencuentran después de 20 años de ni siquiera verse. Amores de mercado, la primera realización de RTI-Telemundo Productions, logró el milagro. Sergio Osorio, el mismo de Perro amor y ¿Por qué diablos?, es el director de esta telenovela que ya se empezó a grabar en Miami.
Al teléfono se les descubre llenos de expectativas. Entre frase y frase parecen evadirse al mundo de los recuerdos, de los mismos que quedaron consignados en todos los medios colombianos cuando a mediados de los 70 llegaron a Cali, traídos por el periodista José Pardo Llada, y una barahúnda de gente quiso constatar que sus ídolos eran de carne y hueso.
EL PASO DEL TIEMPO
"Yo siempre he seguido actuando, me he mantenido en el ojo del público", dice Lupita. Ella tuvo dos matrimonios.
Bardina en cambio se cansó de los reflectores y las cámaras. Hizo Ligia Sandoval, su última novela (con Lupita en Venezuela), antes del retiro voluntario a comienzos de los 80. Montó un estudio de TV en Caracas, varios restaurantes y una discoteca en Miami y se dedicó en cuerpo y alma a cuidar la salud de su esposa, la actriz venezolana Amelia Román.
CAMBIOS DE PAPELES
Lupita no pierde oportunidad para alabar las telenovelas colombianas. Según lo confiesa, cuando se deprime mira el autógrafo que le pidió a Fernando Gaitán, el 'padre' de Gaviota (Café) y Betty la fea, con el que le gustaría trabajar algún día. "Soy muy dramática y sería un reto hacer algo más bien divertido, que caiga hasta en el ridículo. Es que las heroínas que interpreté eran ingenuas, vivían en un mundo irreal y eran víctimas de la sociedad".
Él también experimentó cambios. "Llegó el antigalán, no tan bien parecido, no tan perfecto como quisieran las damas y un poco más desgarbado", dice.
Esmeralda fue una de las novelas que los convirtió en la primera pareja de Latinoamérica.
"Dicen que recordar es vivir. Volver me sienta bien. Esto me ha dado una nueva llama, un nuevo aliento", finaliza José Bardina. |
