EDITORIAL
Lluvias e inundaciones
Como era de esperarse, los recientes aguaceros han causado severas inundaciones que afectaron a decenas de hogares a lo largo del país. Y la situación más peligrosa de inseguridad civil puede ocurrir dentro de poco ante el paso de poderosos huracanes en las costas del Caribe.
Ya el servicio de huracanes de Miami alertó de la presencia de una enorme tormenta tropical que se cierne sobre el Caribe y el istmo centroamericano, cual dragón marino.
Aunque las autoridades nacionales de Protección Civil realizan cada año algunos simulacros para enfrentar desastres, el país debe preparar un plan de contingencia de gran envergadura, con el propósito de salvaguardar a los panameños ante los fenómenos de la naturaleza.
De igual manera, urge despertar en cada panameño la conciencia ecológica, pues los terribles efectos de las lluvias, las inundaciones catastróficas, las riadas, los vientos huracanados y los desprendimientos de tierra, se debe sobre todo a la interferencia humana en el entorno.
El caso de la contaminación ambiental está muy ligado a los desastres naturales, ya que el sólo hecho de tirar basura, hasta puede provocar posteriormente la pérdida de vidas humanas.
Sólo hay que ver lo que ocurre en los pueblos y ciudades de nuestro país, en donde las personas arrojan basura en las calles, terrenos baldíos, cauces de ríos y en las playas. Cuando vienen las lluvias, las alcantarillas se tapan, los ríos se anegan y las viviendas son inundadas por las aguas, causando destrozos materiales y pérdida de vidas.
Ante la amenaza climatológica, es necesario estar prevenidos para evitar que los ciudadanos sufran las consecuencias de nuestro mundo cambiante. Los desastres naturales siempre han estado presentes en nuestra América Latina y Panamá no escapa a esta realidad.
Esperemos que tanto el SINAPROC, el Cuerpo de Bomberos, la Cruz Roja y las autoridades del Gobierno refuercen su accionar para preparar a la población ante la posibilidad de eventualidades con la naturaleza.
PUNTO CRITICO |
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