La Virgen María, desde las primeras páginas del Evangelio, vive de la fe y la esperanza. Conociendo el corazón de esta persona maravillosa, María, se puede entender lo que es la esperanza.
Cuando el ángel Gabriel le manifestó a María que de su vientre virginal iba a nacer el Salvador, sin concurso de varón, ella no entendía cómo podría ser eso; pero creyó fielmente y aceptó la voluntad de Dios.
Cuando Jesús murió, su cuerpo lo envolvieron y lo embalsamaron para ponerlo en un sepulcro. ¡Imagínese lo que pensó y sintió María en su corazón en esos momentos! María experimentó el inmenso dolor de tener en sus brazos a su hijo muerto. Ella estaba viendo esa evidencia física, pero ¿acaso era eso lo que ella estaba pensando en esos momentos? No, mi hermano. María creyó plenamente en el poder de Dios Padre, que hizo que el Verbo se hiciera carne en su vientre virginal; creyó en el poder de un Dios que creó todo de la nada; creyó que su hijo muerto iba a resucitar al tercer día, según las promesas Bíblicas y según Él mismo dijo. Esa creencia es fruto de la virtud de la esperanza que proviene del poder de Dios y no se basa en puras situaciones humanas.
La prueba clara de que una persona está dentro de la dimensión cristiana es que tiene la clase de fe que se traduce en una esperanza total y una certeza absoluta en el poder de Dios. Esa creencia hace que, en verdad, se puedan mover montañas. Esa es la fe que hace milagros y que cualquier situación, aún la más difícil, se torne en algo nuevo y maravilloso. Para esa persona, no hay caso imposible. ¡Cuántas madres han pedido a Dios que aumente su fe y con oración constante por su hijo drogadicto o alcohólico, con el tiempo, han movido montañas logrando que ese hijo deje el vicio!
Hermanos, es una de dos cosas: o Dios tiene todo el poder y la gloria y lo puede hacer todo o es un Dios a medias y no es auténtico. Pero nuestro Dios sí es auténtico y ha dicho que oren, busquen y pidan cualquier cosa que quieran, no importa lo imposible que sea y si esta de acuerdo con Su voluntad, lo obtendrán. La fe, en verdad, mueve montañas y hoy es un día ideal y maravilloso para que usted pida al Señor que aumente su fe y esperanza. Debe tener una fe total en el poder de Dios. Sin fe no se puede hacer nada. En la medida en que su fe aumente, su esperanza se activa y Dios hará una obra impresionante a través suyo. Recuerde que sólo CON DIOS, USTED ES ¡INVENCIBLE!