El relleno sanitario de Cerro Patacón poco a poco está cambiando. No sólo ha cambiado el "pataconcito" que comúnmente se encontraba en el lugar, sino que a los pepenadores ahora llamados segregadores les han mejorado sus condiciones de trabajo.
Estas mejoras no sólo incluyeron sacar del mismo relleno a los segregadores y ubicarlos en un área cubierta de 2, 800 m2 destinada para la selección del material reciclable, sino también la atención de estas personas por personal de salud y la puesta al día de las vacunas.
Las mejoras saltan a la vista, luego de que a pleno sol estas personas recolectaban material y se lo peleaban, ahora están ubicados en un lugar bajo techo con baños, comedor y las áreas de trabajo claramente establecidas: hay un área específica para la clasificación, otra para el material ya clasificado y otra para cuando llegan los compradores.
Otro de los logros es que, como están identificados y deben portar un carné para trabajar, que se le extiende luego de cada uno pasar por una lista de requisitos, no se permite el ingreso de niños al área.
Alrededor de unos 600 segregadores portan su carné, pero no todos los días laboran, por día trabajan unos 200. Además hay dos jornadas de trabajo.
Algunos de los segregadores, aun han contado con mayor suerte, pues han sido contratados por la misma empresa para seguridad, limpiar baños, entre otras labores, lo que les permite pertenecer a la planilla y contar con un salario fijo.
LOS CAMBIOS CONTINUAN.
El gerente general de UPSA, Carlos Adán Chocano, dijo que están a la espera de la aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental por parte de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) para la construcción de una planta de tratamiento para las aguas contaminadas procedentes de la basura.
"Una vez esté aprobado el estudio, son aproximadamente 4 ó 5 meses para su construcción. Allí las aguas contaminadas van a ser canalizadas a una laguna de tratamiento previo y luego serán tratadas en la planta tratamiento", agregó.
Chocano detalló que son distintas adecuaciones y que la inversión inicial es de $10 millones, de lo que han ejecutado el 50%. "Hay una inversión posterior que va a lo largo de los 15 años de vida del proyecto, al finalizar la obra, su costo habrá sido de $30 millones".
La etapa inicial incluye la incorporación de la nueva maquinaria, la compactación de basura y su posterior cobertura con tierra y lo que es el mantenimiento de las vías de adecuación.
Chocano explicó que se encuentran en la etapa 2, que es la restauración hidrológica, donde están separando las aguas contaminadas de las pluviales. "Una vez que los taludes se van cubriendo se consigue separar el agua lluvia del agua contaminada de la basura".